El Departamento de Educación, expulsó de sus aulas al director dominicano Santiago Taveras, quien fue encargado de dirigir la emblemática escuela secundaria DeWitt Clinton en la avenida Mosholu Parkway en El Bronx, pero en vez de hacer el trabajo, se dedicó a inflar las notas de los alumnos deficientes para aparentar el éxito académico que nunca logró, según la acusación.
La decisión fue anunciada el miércoles por las autoridades de educación de la ciudad, acorde una información divulgada por el tabloide New York Post.
Taveras, se retiró después que un Comisionado Especial de la investigación entregó sus conclusiones en las que alega que el ex director, también presionaba a los maestros para que hicieran lo mismo.
La investigación se inició después que personal del plantel denunció que estaba harto de las presiones de Taveras para que manipularan los índices académicos de la escuela y recuperar la mala reputación del centro educativo.
Taveras, fue notificado el lunes sobre la decisión, pero fue a la escuela para despedirse de sus estudiantes, a los que tuvo que saludar desde su carro.
Una hora después de que él se marchó, empleados del Departamento de Energía llegaron a la escuela y cambiaron las cerraduras de las puertas, para evitar que Taveras vuelva a entrar.
El departamento confirmó que Taveras, que era uno de los directores favoritos de la canciller de educación, Carmen Fariña, fue separado oficialmente de su cargo en la escuela.
"El señor. Taveras ha sido reasignado lejos de la escuela a la espera de una sanción disciplinaria", dijo la portavoz de Devora Kaye. "El superintendente trabajará en estrecha colaboración con la comunidad escolar para apoyar un nuevo director temporal y centrarse en atender a las necesidades de sus estudiantes".
Maestros del plantel dijeron anónimamente que Taveras, adulteraba con frecuencia las notas sin su conocimiento o consentimiento mientras se apoyaba en ellos para supuestamente lograr el avance en los estudiantes, independientemente de su asistencia a clase o el rendimiento.
"Se creía un Dios y que podía hacer lo que quería", dijo un miembro del personal en el momento.
En un caso, Taveras le puso un 75 a un curso en la materia de historia mundial y lo sustituyó por el 55 que obtuvieron los alumnos.
La calificación mínima es de 65.
La escuela Clinton tiene entre sus graduandos más prestigiosos al escritor James Baldwin y el comediante Tracy Morgan.
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