A pesar de los atractivos turísticos que puede ofrecer el país, pocas mujeres elegirían la India para vivir, de hecho, una encuesta publicada por Reuters revela que es el peor país del G-20 para ser mujer. A pesar de ser un país democrático, donde en teoría las mujeres deben de tener los mismos derechos que los hombres, los datos revelan que la realidad es otra muy distinta: 56.000 mujeres mueren al año dando a luz, el 55% de la población femenina es analfabeta ya que la mayoría son apartadas de la escuela, y un 63% de los adolescentes consideran normal pegar a las mujeres. Esto es datos son consecuencia de cuatro lacras que asolan el país:
1 Una mujer es violada cada media hora
Según las estadísticas oficiales, cada media hora una mujer es violada en la India. Y hay que tener en cuenta que este estudio no incluye los abusos sexuales dentro del matrimonio, por ser considerados legales. Uno de los problemas añadidos a este drama es que la mayoría de los casos no se investigan, aunque la violación en el país está tipificada como crimen. Esta afirmación quedo expuesta en 2014, cuando la imagen de dos jóvenes indias ahorcadas dio la vuelta al mundo. Según declaró la madre de una de las víctimas, las chicas se alejaron en busca de un lugar donde poder defecar, ya que carecen de un lugar donde poder hacerlo. El informe preliminar señalaba que cinco hombres interceptaron a las dos jóvenes, las violaron repetidamente y después las ahorcaron. Sin embargo, el documento policial final dictaminó que se habían suicidado, algo que no convenció a la opinión pública.
Según informa The Daily en 2011 hubo una oleada de violaciones a niñas menores de 10 años mientras buscaban un váter público en las barriadas de Nueva Delhi.
Otro de los casos que conmocinó a la opinión pública, y que patenta la violencia que tienen que soportar las mujeres en el país, fue el de Jyoti Singh, una estudiante de medicina que fue violada en 2012 en un autobús. Al parecer, la joven iba acompañada de un amigo cuando se subieron al vehículo. Una vez en este, los ocupantes, borrachos, agredieron a su acompañante y abusaron salvajemente de ella. Los culpables, también torturaron a la joven, introduciéndole una barra de acero por el ano hasta que sus intestinos quedaron al aire. Después tiraron a los dos jóvenes por una cuneta. Jyoti murió dos semanas después en un hospital de Singapur.
Su caso se convirtió en todo un himno de protesta en el país, pero las agresiones a las mujeres persisten. Parte del problema está, como hemos indicado anteriormente, en la policía, que a parte de ser un cuerpo arraigado en el patriarcado, es conocido por aceptar sobornos de los delincuentes.
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