La mujer, de manera firme y concreta, transmite y sostiene el legado dominicano donde quiera que vaya. Ese es motivo suficiente para honrarla no solo con el tradicional desfile de Manhattan, sino reconociendo sus conquistas históricas y sociales.
No obstante, queda mucho por hacer, reconoció la socióloga Ramona Hernández, directora del Instituto de Estudios Dominicanos de The City College of New York, especialmente en la conquista de beneficios laborales y sociales, como el pago equitativo no solo en Estados Unidos sino en el resto de países donde las mujeres dominicanas se instalan buscando un mejor porvenir.
Al hacer un recuento histórico del empoderamiento de las mujeres dominicanas en Nueva York, Hernández destaca que una de las características de los movimientos cívicos y culturales es que han nacido en las casas de muchas mujeres, primero de forma familiar y trascendiendo como ideólogas en entidades reconocidas ampliamente. Entre ellas mencionó el Centro Cívico Cultural Dominicano y el Centro Juan Pablo Duarte, ambos de los años 60.
“Este es un reconocimiento al accionar de nuestras mujeres para convertirnos en comunidad”, apuntó. Entre las personalidades más destacadas por su trayectoria mencionó a la activista Nurys D’Oleo y Rosita Romero, directora ejecutiva de la organización no gubernamental Dominican Women’s Development Center (DWDC) ubicada en Washington Heights -quienes serán homenajeadas en el desfile- así como Ofelia Rodríguez, quien por más de 20 años ha trabajado en la organización Broadway Housing Communities.
Dominio de la diáspora
Un reciente estudio elaborado por Hernández junto a Sarah Marrara, revela las tendencias de la migración de las mujeres dominicanas en Estados Unidos. El análisis acerca de movilidad geográfica en el período comprendido entre 2001 y 2011, indica que las mujeres que emigran sobrepasan a los hombres en diversos grupos de edad, desde la infancia temprana (hasta los 4 años), de los 20 a los 24 años, de los 30 a los 34 age y de los 35 a los 39.En décadas previas, las mujeres también han dominado el movimiento migratorio desde la República Dominicana.
La explicación, citando textos tradicionales de historia, se basa en la necesidad de las fábricas en la costa este estadounidense de “mano de obra dócil” y por consiguiente barata y sin beneficios. “Cuando ocurre la transformación del mercado laboral en los años 50 y se deteriora el sector manufacturero, se desarrolla una economía terciaria, de servicios y se da esa gran necesidad de trabajadores en hoteles, de limpieza y seguridad. Eso fue lo que atrajo a las dominicanas, en un flujo que es constante y se mantiene hasta el presente”, añadió Hernández.
Uno de los aspectos críticos para las madres en Nueva York, especialmente las inmigrantes y solteras, es el cuidado de los hijos. “Es fundamental que nuestras mujeres tengan acceso a mandar a sus hijos a centros escolares donde van a estar bien, que haya guarderías decentes… ahora hay demasiadas listas de espera y prefieren quedarse en casa cuidándolos que ir a trabajar”, afirmó, subrayando el impacto negativo de eso en la economía de miles de hogares.
Política, crucial en 2016
Esas conquistas sociales no son posibles sin el acompañamiento político. Por ello el empoderamiento político de las dominicanas en Nueva York está en un momento crucial. Son Demócratas y sus posiciones pueden variar si pierde Hillary Clinton?Donald Trump esta muy fuerte en el publico de Estados Unidos, muchos dominicanos están apoyando la candidatura del magnate, y afirman que será el próximo presidente.
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