Aparentemente frustrada por las tantas veces que le decía ¿porqué no te callas? durante las clases y el niño no obedecía, una maestra de una escuela en Utah, decidió que el mejor método para someterlo a la obediencia, era el de taparle la boca.
Y lo hizo con cinta adhesiva, al estilo secuestrador.
Pero la educadora, con 29 años de ejercicio no contaba con que el muchacho, andaba con su teléfono inteligente encima, lo sacó, se hizo un selfie y envió la imagen a su madre Tara Dimoh desde el aula.
La profesora fue disciplinada por el Departamento de Educación, sacada del aula y reasignada a un trabajo administrativo.
El estudiante de 12 años de edad, no ha sido identificado y tampoco la maestra. La madre dijo que “yo estaba parada allí como una loca y él está muy avergonzado”.
El incidente sucedió tres días antes de finalizar el año escolar.
Ben Horsley, un funcionario escolar, negó que la maestra le tapara la boca al niño con la cinta adhesiva, sino que les pidió a otros niños que ellos lo hicieran.
"No creo que este comportamiento implique que son niños malos, simplemente son muchachos y los maestros lo saben", agregó Horsley.
"Están entusiasmados con las vacaciones de verano. Pero pedir a un alumno que se pegue cinta en la boca no es una respuesta apropiada", dijo el funcionario.
La madre señaló que no desea que cancelen a la maestra y sigue hablando bien de la escuela.
“Simplemente quiero asegurarme de que no este tipo de casos no vuelva a ocurrir”, advirtió la mamá del muchacho.
"Si le hubiera asignado un castigo, yo la habría apoyado, pero no estoy de acuerdo con que le pongan cinta adhesiva a mi hijo en la boca", reclamó la madre.
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