Michael Jordan es considerado por múltiples expertos como el mejor baloncelista en la larga historia de la NBA. Ganador de seis campeonatos, cinco trofeos de Jugador Más Valioso (JMV) de la serie regular, seis galardones de JMV de la serie final, 10 títulos de anotaciones y 14 selecciones al equipo Todos Estrellas, Jordan fue el rey del baloncesto en sus 15 temporadas.
Son muchas las memorias de Jordan a través de su carrera en NBA. Sin embargo, una noche de marzo hace exactamente 26 años, Jordan logró una de sus mayores gestas al anotar 69 puntos, la cantidad más alta en un solo partido en su carrera.
Los Bulls de Chicago llegaron a Cleveland el 28 de marzo de 1990 para enfrentarse a un equipo de los Cavaliers repleto de talento de calibre Todos Estrellas, incluyendo a Mark Price, Craig Ehlo, Brad Daugherty, Larry Nance y John “Hot Rod” Williams. En términos de talento puro y veteranía, los Cavaliers eran superiores a los Bulls, pero Chicago tenía en sus filas a Jordan.
Jordan y los Bulls aún no eran campeones, pero ya comenzaban a sonar como serios contendores.
Y fue en esa histórica noche que Jordan capturó su cuarto desafío con 60 puntos o más. Los Bulls entraron al partido, su tercero de cinco encuentros en la serie regular contra Cleveland, terceros en el escalafón de la Conferencia del Este. Jordan, de paso, llegó al juego con promedios de 44.3 puntos, 9.3 rebotes y 6.3 asistencias contra los Cavaliers, y el astro nacido en Nueva York pero criado en Carolina del Norte, no decepcionó a los fanáticos que presenciaron el desafío en vivo o lo vieron por televisión.
Jordan comenzó el encuentro con una fina puntería en sus tiros a media distancia, en especial su ‘fadeaway’. El estelar escolta cerró el primer parcial con 16 puntos y seis de siete intentos al canasto encestados. Sin importar la persona que lo defendiera, Jordan encontró la manera de llegar al canasto en toda la noche.
El estelar canastero comenzó el segundo parcial con más agresividad, buscando penetraciones y canastos en transición. La estrategia funcionó, pues Jordan acumuló 31 puntos al cerrar la primera mitad y le dio a los Bulls ventaja de 53-50. Al concluir el tercer parcial, Jordan, con 45 puntos, superó su promedio de 44.3 en los primeros dos choques de la serie regular contra los Cavaliers, y aunque Chicago construyó ventaja de 17 puntos terminando la tercer manga, un avance de Cleveland para cerrar el episodio los acercó a 11 tantos. Jordan acabó el parcial con 51 tantos.
“MJ” selló la victoria
Aunque Jordan no comenzó el cuarto parcial, el entrenador Phil Jackson lo reinsertó en la rotación y, con un triple, elevó su total a 54 para la jornada. Dos canastos de campo más tarde, Jordan sumó 58 unidades, y entró nuevamente al club de los 60 puntos con otro tiro brincado.
Los Cavaliers, no obstante, remontaron, y con un triple de Ehlo igualaron el desafío. Restando 11.3 segundos, Jordan falló un bombazo que le hubiese dado la victoria a los Bulls y envió el partido a tiempo extra. Un tiro brincado temprano en la prórroga le dio a Jordan 63 puntos, y con dos viajes a la línea de tiradas libres, Jordan llegó a 67 unidades y le dio a Chicago delantera de 113-110 con 1:15 de juego. Ehlo falló otro triple que hubiese empatado y Jordan selló el triunfo, 117-113, con sus puntos 68 y 69 desde la línea de los suspiros.
En su carrera, Jordan anotó 60 puntos o más en cinco ocasiones: 63 puntos en un partido de postemporada en 1986 contra los Celtics de Boston (apenas el segundo en anotar 60 o más en los playoffs, junto con Elgin Baylor), 61 puntos en dos desafíos en el 1987 contra los Hawks de Atlanta y los Pistons, los 69 tantos en ante Cleveland y 64 unidades en 1993 contra Shaquille O’Neal y el Magic de Orlando.
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