En un año puede pasar por cientos de manos en ciudades diferentes, incluso repetir boca. La misma botella de vidrio retornable que hoy se consume en un bar de Madrid puede estar dentro de dos semanas en uno de Sevilla y al mes siguiente en Portugal. Es cuestión de azar que el consumidor se vuelva a encontrar con la misma botella que ya consumió.
La retornable no expira cuando la descorchamos. Puede tener muchas vidas. Se recicla, se limpia minuciosamente y se vuelve a llenar y repartir para ser consumida de nuevo en bares y restaurantes. Sólo muere cuando se rompe o sufre algún daño que la inhabilita para volver a repostar una vez más.
MERCADOS acompaña en su viaje a una botella retornable de Coca-Cola, desde que llega vacía a la planta de llenado hasta que se reparte en un bar ya lista para consumir. Entre ambas etapas pueden pasar entre 10 y 15 días. El pasado verano Coca-Cola recuperó este modelo de botella inspirada en el envase de 1915, la «ocho onzas», como se le llama en Reino Unido a este envase.
En nuestro país se fabrican cada año unos 773 millones de botellas de vidrio de Coca-Cola. Las que se consumen en hostelería se reciclan, de manera que «pueden tener infinitas vidas, o una sola, si se rompe en su primer consumo. De media viven 35 usos», explica José María González, jefe de tráfico de Ecoplatform, el centro de distribución de Coca-Cola en Madrid.
Inicio del viaje: la botella vacía llega a fábrica
El viaje de la botella arranca en la planta de llenado de Sevilla, en un paraje verde rodeado de naranjos. Aquí se embotellan más de 200 referencias de bebidas.El año pasado se llenaron 675 millones de litros de refrescos. «Al ser una botella retornable, que se recicla, el principio del proceso es también el final del mismo», explica Miguel Parias, gerente de esta fábrica en Sevilla.En su periplo la botella atraviesa diferentes etapas: limpieza, chequeo, llenado y etiquetado. «Todo el proceso está automatizado», explica Parias. Los vidrios vacíos llegan a la planta, donde se sacan de las cajas y se colocan en el circuito.
Limpieza y chequeo
Primero entran en una lavadora, donde pasan por varios enjuagues, dos baños de sosa cáustica que certifican su limpieza y sendos de aclarado. Este proceso dura 20 minutos. «Todos sabemos cómo vuelve el envase del mercado. Cuando abren los chiringuitos se nota mucho, algunas llegan con arena», ilustra el gerente.En la depuradora se pueden ver los restos de pajitas o de cigarrillos que a veces el consumidor deja en el vidrio ya vacío. Una vez limpia, y antes de pasar por la llenadora, la botella se somete al chequeo de los llamados «inspectores de vacío».
Estos revisores hacen ocho fotos a cada envase para comprobar que están impolutos. Miran si hay restos de suciedad (si el lavado no se ha hecho correctamente) o si hay defectos en la botella. En el primer caso, se vuelve a lavar. En el segundo, se desechan definitivamente.
El llenado
Las que sí pasan el corte entran en las máquinas de llenado, «el proceso más importante, pues son estas máquinas las que marcan la velocidad del proceso», explican. En la planta de Sevilla hay dos llenadoras, con una capacidad de llenado de 108.000 litros por hora (40.000 botellas).En 60 minutos pueden preparar unas 80.000 botellas. Una vez taponadas estas viven el viaje inverso que hicieron al llegar:se colocan en cajas y después en palés y marchan en camiones hacia los centros de distribución que hay en España.
Reparto en Madrid
A nuestra retornable la recibimos en el centro de reparto de Madrid. Los camiones salen llenos al alba, descargan en unos 35.000 puntos de consumo (sobre todo bares y restaurantes)y se vuelven con las cajas de las botellas vacías. Según explica José María González, el volumen de reparto oscila entre las 60.000 cajas en un día flojo hasta las 120.000 en un día fuerte.Los picos de fabricación son en verano, Navidad y Semana Santa y cuando hay eventos deportivos como un Mundial. El viaje de nuestra retornable, el que comenzó en Sevilla, culmina en un bar de la capital, cuando el cliente pide y consume su refresco. En este punto, el vidrio comienza una nueva vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario