Madonna siempre se ha caracterizado por la mano dura que tiene con sus trabajadores detrás del escenario para que el espectáculo que da en todos sus conciertos sea perfecto, pero esta vez cruzó la raya.
Y es que, según algunos medios estadounidenses, la cantante se molestó mucho con uno de sus bailarines por llegar tarde y le obligó a besarle los pies, a pesar de que pidió perdón multitud de veces
Solo fueron un par de minutos lo que se retrasó el joven, pero como se dijo anteriormente, Madonna no pasa ni una.
El resto de trabajadores que hacen posibles las giras de la cantante se quedaron atónitos y no sabían si estaba bromeando o, en realidad, lo decía en serio. Finalmente, no lo era y el bailarín se inclinó a cumplir las órdenes de Madonna.
El perfeccionismo y lo calculadora que es Madonna lo nota todo el mundo que trabaja con ella y que advierte al resto de sus manías, como llenar todas las botellas de agua del estudio, o que los bailarines y todo su equipo deben esperar en silencio la llegada de la cantante para no molestarla.
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