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viernes, 21 de agosto de 2015

Y..? Dónde están los actores de 'La hora Bill Cosby' y qué piensan hoy sobre él




En Estados Unidos no terminan de creérselo: ¿el venerable y 
treintena de mujeres? Probablemente, la repugnancia que 
despierta este tipo de comportamientos solo se ve superada 
por la incredulidad y la decepción. Porque Cosby (Filadelfia, 
1937) no es solo un actor famoso y querido, sino todo un 
símbolo de la América de los últimos 50 años. Un hombre de 
orígenes humildes hecho a sí mismo (¡ah, el sueño 
americano!). Un icono de la televisión: alguien que, gracias a 
su exitosa serie The Bill Cosby Show (La hora de Bill 
Cosby, como se tituló en España) hizo más que muchos 
políticos por reforzar la idea de que las familias 
afroamericanas podían ser tan respetables como la que más. 
Y, por si fuera poco, alguien que, desde el púlpito de su 
poder, se postuló como un defensor de la moral y el azote de 
las malas costumbres; un hombre aparentemente inflexible 
que se mofaba de aquellos que caían en las tentaciones 
mundanas. ¡Quién lo iba a decir!
No solo al público estadounidense: a cualquiera que haya 
seguido La hora de Bill Cosby (en pantalla de 1984 a 1992) le 
costará identificar a un depredador sexual en ese padre de 
familia intachable, cuyo único vicio criticable era un gusto 
pésimo por los jerseys estampados. Aquello era ficción, por 
supuesto, aunque no del todo: no por casualidad el programa 
se llamaba La hora de Bill Cosby y no Los Huxtable (apellido 
de los personajes). Se dice que Cosby actuaba sin guión (tan 
solo memorizaba unos chistes de transición), de modo que si 
alguien confundió al jovial Cliff Huxtable, doctor, con Bill 
Cosby, cómico y actor, tampoco se le puede culpar. La serie 
marcó a Cosby y a sus compañeros de reparto, que 
posteriormente nunca conocieron un éxito igual. De rebote, 
ese grupo de actores ha vuelto a estar de actualidad. ¿Qué ha 
sido de ellos? ¿Han hecho piña alrededor de su patriarca y 
mentor? ¿Han guardado un elocuente silencio? Este es el 
presente de aquella familia feliz.


















Cliff Huxtable (Bill Cosby): de padre modélico a presunto violador
El apelativo de “institución” no le queda grande. De hecho, 
Cosby ya era célebre en el mundo del espectáculo en 1984, 
cuando se estrenó la serie. El concepto de comedia familiar, 
que por entonces estaba modelándose, acabó bien definido 
en manos de Cosby. Fuera de la pequeña pantalla, sus discos 
cómicos, que le han reportado nueve premios Grammy, 
rebosan las estanterías de millones de hogares 
norteamericanos. Aunque en 2004fue llevado a los 
tribunales por abusos sexuales, fue el pasado noviembre 
cuando las cosas empezaron a torcerse irreversiblemente 
para Bill: las acusaciones de violación se le amontonaban.
La actriz y modelo Barbara Bowman escribió un artículo en 
elWashington Post titulado: Bill Cosby me violó. ¿Por qué le 
ha llevado a la gente 30 años creer mi historia? Luego 
salieron la exactriz Joan Tarshis, hablando de un bochornoso 
episodio en 1969, y la modelo Janice Dickinson, asegurando 
en Entertainment Weeklyque Cosby la había violado en 
1982. Para entonces, el número de mujeres contando una 
historia parecida ascendía a 15, y un monólogo del 
cómico Hannibal Buress tildando a Cosby de “violador” se 
había hecho viral. Enseguida se sumó Judy Huth
denunciándole por abusos en la mansión de Playboy allá por 
1974, cuando ella tenía 15 años.
El pasado enero, tres mujeres ofrecen una rueda de prensa 
para revelar sus experiencias, no menos dramáticas. Y 
cuando parecía que la reputación de Cosby ya no podía caer 
más bajo, en julio se filtra una testificación suya en un juicio, 
en la que admite haber drogado a mujeres para tener sexo. 
¡Cosby, el detractor de las drogas! El 27 de julio, en una 
portada histórica, la revista New York Magazine retrata a 35 
de las mujeres presuntamente vejadas por el actor. Visto lo 
visto, no se puede decir que Cosby esté a las puertas de una 
plácida jubilación.




Clair Olivia Huxtable (Phylicia Rashad): asidua de 
Broadway y defensora de Cosby
La inteligente, resuelta y guapa esposa de Bill Cosby en la 
teleserie (abogada en la ficción) es hoy una señora encantada 
de la vida. Encantada de haberse conocido, y encantada de 
haber conocido al actor que la encumbró a una fama efímera. 
Quizá marcada por su papel en La hora de Bill 
Cosby, Phylicia Rashad (Houston, 1948) no pudo 
prolongar su éxito en televisión o el cine y se dedica desde 
hace años al teatro. Es asidua en Broadway, y ha obtenido un 
premio Tony (los máximos galardones del teatro 
estadounidense).
Inevitablemente, para ella todo lo que rodea aquella 
telecomedia es maravilloso, incluido su actor protagonista. 
“Esto no tiene nada que ver con las mujeres, sino con 
eliminar el legado de Bill Cosby”, dijo en enero a ABC News
dando a entender que todo era un montaje. 
Al día siguiente aseguró que esas declaraciones se habían 
sacado de contexto y añadió: “Es un genio, un hombre 
generoso y amable. No tendríamos el presidente que 
tenemos si La hora de Bill Cosby no hubiera aportado una 
nueva visión de la población negra y su cultura”. Sin 
embargo, Barack Obama ha dado públicamente la espalda al 
polémico humorista. “Drogar a una mujer para tener sexo 
con ella es una violación”, ha sentenciado el presidente.



Sondra (Sabrina LeBeauf): la sensata hija mayor guarda silencio
Puede que Sabrina LeBeauf (Nueva Orleans, 1958) sea tan 
sensata e inteligente como Sondra, la filósofa hija mayor a la 
que encarnaba en la serie. Eso explicaría que haya declinado 
defender a su exjefe, optando en cambio por un revelador silencio. La leyenda dice que Sabrina llegó a la 
serie en el último momento, y le arrebató a Whitney Houston un papel que muchos pensaban 
creado para la cantante. Pero parece que su suerte se agotó en 1992, cuando dejó de emitirse La 
hora de Bill Cosby. En la actualidad, vive apartada de la vida pública y sus trabajos como actriz
 se reducen a esporádicas representaciones con la Shakespeare Theatre Company, de Washington.








Denise (Lisa Bonet): la “sex symbol” 
que vive en su galaxia
Si a mediados de los ochenta hubiera habido 
que apostar por el prometedor futuro de 
alguno de los actores de la serie, Lisa Bonet 
(San Francisco, 1967) habría acaparado 
muchos votos. La preciosa segunda hija de 
los Huxtable era el sex symbol de la serie. 
Cuando en 1987, con 20 años, protagonizó la 
tórrida película El corazón del ángel(ideada 
como ardiente secuela en el palmarés de 
Mickey Rourke trasNueve semanas y media)
muchos creímos que estábamos ante una 
actriz competentísima con una larga y 
brillante carrera por delante.
Se sabe que a Bill Cosby no le hizo ni pizca de 
gracia que Lisa saliera interpretando tórridas 
escenas en El corazón del ángel mientras se 
emitía su show, y de hecho terminó 
despidiéndola en 1991, antes del término de 
La serie. También en 1987 (año movidito 
para Lisa), la espléndida actriz inició una 
relación de seis años con el músicoLenny 
Kravitz, con quien tendría una hija, Zoë 
Isabella. El presente de Lisa es confuso: 
vinculada sentimentalmente a Jason Momoa, 
actor y modelo hawaiano, se refugia en el 
yoga y ha cambiado legalmente su nombre 
por el de Lilakoi Moon (¡con lo perfecto que 
era Lisa Bonet!). Cuando los paparazzi le han 
preguntado por la controversia de Bill Cosby, 
ella no ha respondido. Igual no sabe de qué le 
hablan. Vive en su mundo.












Theo (Malcolm Jamal Warner): más músico que actor, considera a Cosby un "amigo"
El único varón en la numerosa prole femenina de ese 
ginecólogo llamado Cliff Huxtable, Jamal Warner (Nueva 
Jersey, 1970), es un chico majo que fue pareja un tiempo con 
Michelle Thomas, la chica que hacía de su novia en la serie; 
estuvo a su lado cuando ella murió en 1998 (a pesar de que 
entonces ya estaban separados). No esconde que le gusta más 
la música que la interpretación; de hecho, en los últimos 
años ha volcado en los discos casi todos sus esfuerzos, 
protagonizando varias grabaciones en solitario y 
colaboraciones como la que realizó el año pasado con The 
Robert Glasper Experiment (Jesus Children),ganadora de un 
premio Grammy este 2015 a la Mejor Interpretación de R&B 
Tradicional.

Vale, y sobre Bill Cosby ¿qué? Sus declaraciones tienen esa 
cualidad de no decir nada propia de un político: “Sea cierto o 
no, escuchar a cualquier mujer que ha sido víctima de abusos 
sexuales es doloroso, lo mismo que ver a mi amigo pasar por 
esto”, ha afirmado. “Lo que él hizo por la comedia, la 
televisión y la comunidad negra es de un valor incalculable”, 
añadió.









Vanessa (Tempestt Bledsoe): presenta un 'reality' y no dice ni pío
A sus 42 años, no se puede decir que Tempestt (Chicago, 
1973) tenga su futuro profesional decidido, ni para bien ni 
para mal. La penúltima de las hijas de Cosby en la serie sigue 
triunfando (más o menos) en la televisión: desde hace cinco 
años es la presentadora de un reality showllamado Clean 
house, del canal Style Network, que consiste en que un 
equipo de operarios, dirigido por ella, se encarga de 
convencer a los propietarios de una casa de que se deshagan 
de muebles viejos, enseres sobrantes y basura en general. 
Fascinante, ¿no? Antes de eso protagonizó la serie Guys with 
kids.Licenciada en Finanzas por la Universidad de Nueva 
York, lleva 22 años casada con Darryl M. Bell, actor que 
aparecía en A different world, un spin off de La hora de Bill 
Cosby. Sobre el escándalo de quien fuera su padre ficticio, no 
ha dicho ni pío.



Rudy (Keshia Knight Pulliam): carne de “reality”
Si pensamos que a los nueve meses ya salía en un anuncio de 
Johnson & Johnson y con seis años estuvo nominada a un 
Emmy por un papel secundario, podríamos concluir que su 
carrera está algo estancada. Lo último que sabemos de 
Keshia 
(Nueva Jersey, 1979) es que en 2013 participó en el Mira 
quién salta de la ABC estadounidense, y que este año se 
enroló como participante en el reality Celebrity apprentice
una variante de El aprendiz (que aquí emitió LaSexta), aquel 
en que varios candidatos pugnaban por un puesto de trabajo 
en una empresa, solo que con famosos (sin trabajo, por lo que 
se ve).
En este caso, ella y otros, como Lorenzo Lamas, debían dar lo 
mejor de sí para ser contratados por Donald Trump. Por 
desgracia, Keshia ha sido la primera expulsada, 
precisamente por negarse a realizar una prueba: llamar a Bill 
Cosby y pedirle dinero (¡bravo, guionistas!). Sobre este, ha 
declarado a USA Today: “Honestamente, no es el hombre 
que conozco, que ha sido todo un ejemplo, tanto por los 
millones que ha donado a buenas causas como por todo lo 
que logró por La hora de Bill Cosby”. Sí, una joya, vaya.

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