Siete y cuarto de la mañana. Villa de Don Fadrique (Toledo, 3.962 habitantes). Zaida, de nacionalidad española y 36 años, llama a la puerta de casa de su madre. Allí duermen sus hijos, un bebé, de tres meses, y una niña, de tres años. La mujer, muy nerviosa, se lleva al menor tras forcejar con la abuela de los pequeños. "Esa que ha venido hoy no era mi hija. No entiendo qué le ha pasado", cuenta la señora. Zaida marcha en una furgoneta hasta el cementerio del pueblo, donde —según la Guardia Civil—, degüella al bebé en la capilla y sale huyendo. Los agentes la detienen en la iglesia del pueblo, en la que se había recluido.
Los niños llevaban unos días en casa de la madre de Zaida porque ella y su marido, de nacionalidad colombiana, están de mudanza. La mujer ha sorprendido en la mañana de este miércoles a la abuela de los pequeños, que no entendía dónde quería ir tan temprano con el bebé, al que acababa de dar el biberón. Asustada por lo nerviosa que estaba su hija, ha intentado evitar que se llevase a su nieto, pero la presunta filicida ha tirado a la señora por las escaleras, resultando herida en un brazo.
Después del encontronazo con su madre, Zaida ha partido en el vehículo hasta el cementerio del pueblo, situado a las afueras. Al camposanto se accede por un camino de tierra, rodeado de viñedos. En torno a las ocho de la mañana, un vecino ha descubierto el cadáver del bebé en el altar mayor de la capilla, después de ver salir nerviosa a la mujer. Tras matar a su hijo y dejar el cuerpo sin vida allí, ha huido en la furgoneta hasta la iglesia del municipio, situada en el centro de la localidad, a un kilómetro del lugar de los hechos. Los agentes han acordonado el recinto, que en estos momentos se encuentra cerrado al público.
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