El primero de noviembre se conmemora el 40 aniversario de la muerte de la líder sindical campesina Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó), asesinada ese día en 1974 en Gualey, Hato Viejo, Yamasá, en República Dominicana.
Mamá Tingó es un símbolo de la lucha por la tierra y un ejemplo de la mujer rural en la defensa de los derechos del campesinado en toda América Latina y el Caribe.
Mamá Tingó era un militante de la Liga Agraria Cristiana de una comunidad de 350 familias pobres, que venían luchando por varios años por la tierra que los vio nacer y que trabajaron varias décadas, pero terratenientes y políticos disfrutaban de los títulos de propiedad, en forma mal adquirida.
Varios acontecimientos ocurrieron antes del asesinato de la líder sindical. Varios jóvenes fueron heridos, a la señora Altagracia Rosario le cortaron una oreja, decenas de campesinos de esa comunidad estuvieron en prisión en varias ocasiones, entre ellos su líder natural, Florinda Soriano Muñoz ( Mamá Tingó), mujer de edad avanzada y analfabeta, pero con cualidades y autoridad suficientes para encabezar la lucha contra los desalojos injustificados.
Después de poner una querella contra el terrateniente Pablo Díaz, la sindicalista fue asesinada por Ernesto Díaz (Turín).
La Federación Dominicana de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC), y la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC) denunciaron a nivel nacional e internacional este asesinato. Hay que destacar la labor del periodista Juan Manuel García, quién hizo varios reportajes, antes y después del asesinato, sobre la situación de los campesinos en esa comunidad, toda la prensa nacional, radio, periódicos y televisión destacaron ese asesinato.
Décimas, poemas y canciones resaltaron las virtudes de la líder sindical campesina, entre ella un merengue del cantante Johnny Ventura titulado « Mamá Tingó », y la referencia de la cantante argentina Mercedes Sosa durante el espectáculo « 7 días con el Pueblo », que organizó la CGT.
Pero el asesinato de Mamá Tingó no es un caso aislado en la lucha por la tierra. El 30 de junio de 1975, en Alto de Peguero, El Cuey, en El Seybo, fue asesinado Dionisio Frías (Mister Beca) también militante de las ligas agrarias cristianas.
En Honduras ocurrió la Masacre de la Talanquera, el 18 de febrero de 1972, y las Masacres de Santa Clara y Los Horcones, el 25 de junio de 1975 en OLANCHO, donde fueron asesinados 25 campesinos, entre ellos 2 sacerdotes. Lidia Madariaga, de Nicaragua, líder campesina, fue asesinada, cuando estaba embarazada de su cuarto hijo.
Los asesinatos de líderes campesinos en Colombia y Brasil son permanentes y en masas, siendo estos dos países los de mayores atropellos a los derechos elementales de los campesinos; pero los asesinatos también han ocurrido en diversas ocasiones en El Salvador, Guatemala, Haití, Perú y Paraguay.
En Colombia Cecilia Gallego, Secretaria femenina de Acción Campesina Colombiana (ACC), fue asesinada, también dirigentes campesinos en otros países latinoamericanos.
Mamá Tingó es un ejemplo de la participación de las mujeres en el sindicalismo y en la lucha para que la tierra de los hombres y mujeres que la trabajan.
Al conmemorarse el 40 aniversario del asesinato de Mamá Tingó, rendimos homenaje a todos los mártires agrícolas de América Latina y el Caribe, reconocemos a las mujeres trabajadoras rurales, que trabajan en regiones donde la lucha por la tierra es más peligrosa del mundo.
El sindicalismo dominicano y latinoamericano tiene a esa mujer campesina, Doña Florinda Soriano Muñoz, (Mamá Tingó), como un ejemplo de las personas organizadas, un modelo de sindicalista, defensora de los derechos de los trabajadores del campo.
La pintora de Santiago, Juanita Pichardo, se ha dedicado a pintar las obras de Mamá Tingó.
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