El destino dejó claro que la vida del ciclista holandés Maarten de Jonge aún no debe acabar. Este hombre, no muy conocido en el mundo del ciclismo, se hace famoso por evitar la muerte fortuitamente, pues esquivó en dos ocasiones las tragedias de Malasyan Airlines.
Hace unos meses, De Jonge salvó la vida tras cambiar el vuelo que tenía reservado por otro que no hacía escala en su viaje a Malasia, donde tiene su sede el equipo Terengganu Cycling Team, para el que corre actualmente el holandés. Aquel vuelo, desaparecido en mitad del mar, no tuvo entre sus víctimas al ciclista.
Un golpe de suerte que, según confirmaba en las últimas horas el propio ciclista, repitió esta semana, cuando optó por un vuelo más económico en lugar del que tenía pensado en un primer momento, que desafortunadamente fue luego derribado por un misil en Ucrania en pleno vuelo hacia Malasia.
“Tenía pensado volver a Malasia el jueves porque varios familiares se habían ofrecido para llevarme al aeropuerto. Pero encontré un vuelo 300 euros más barato y decidí cambiarlo”, declaró el ciclista a la compañía holandesa KLM, la operadora del vuelo junto a Malasyan Airlines.
Esos 300 euros de diferencia son ya el ahorro más importante en la vida de Maarten de Jonge, que todavía no se explica el regate que le ha hecho al destino por dos ocasiones. “Es realmente extraño que por segunda vez no haya cogido un vuelo rumbo al desastre”, señaló el ciclista, que retomará ahora su viaje rumbo a Malasia para retomar su planning de competiciones.
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