Una investigación publicada por el Observatorio Político Dominicano (OPD), una iniciativa de la FundaciónGlobal Democracia y Desarrollo (FUNGLODE),proyecta que la incidencia de la chikungunya en el país, probablemente continúe su avance durante los meses venideros debido a la falta de inmunidad de los ciudadanos, la dispersión de los criaderos y la ausencia de conciencia comunitaria.
“Los efectos de la epidemia continuarán
sintiéndose en el ausentismo laboral y en el desgaste de los servicios
de salud, que se han visto abrumados por la rápida expansión del virus,
incluso entre el mismo personal médico”, indica el documento.
La investigación, de la autoría de Fanny Vargas,
coordinadora de la Unidad de Políticas Públicas del OPD,argumenta que la
posibilidad de que la chikungunya haya venido para quedarse en el país
es muy real.
“En consideración a que el país ha enfrentado
serias dificultades a la hora de luchar contra el dengue–y los brotes de
este tienden a aumentar en tamaño y letalidad–, será difícil eliminar
el nuevo virus”, puntualiza.
Vargas agrega que las condiciones son propicias
para que el virus de la chikungunya se vuelva endémico. “Los problemas
de recogida de basura y suministro de agua que aquejan al país
representan una infinidad de potenciales criaderos de mosquitos.
La pobreza y el bajo nivel educativo de la mayoría
de la población aumentan las posibilidades de contagio, ya que se
relacionan con el hacinamiento y la poca comprensión de los riesgos de
la enfermedad”, enfatiza.
La investigación destaca que en diciembre de 2013
la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió la primera alerta de
transmisión local de chikungunya en las islas del Caribe. Para el 16 de
junio, República Dominicana había registrado 89,720 infectados, un brote
epidémico que no parece ceder.
“En abril la enfermedad comenzó a expandirse fuera
de San Cristóbal: se reportaron casos en San Pedro de Macorís, Santo
Domingo Este, Hato Mayor, el Distrito Nacional, Valverde y Barahona. Se
registraron unas 8,058 atenciones por fiebre, el 68 % de las cuales
fueron reportadas en San Cristóbal.
Al cierre de mayo, veintinueve provincias habían
notificado casos sospechosos de chikungunya”, indica el estudio. El
informe añade que el 85 % de los casos está concentrado en 10 provincias
y el mayor número de infectados se encuentra en San Cristóbal, el
Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo y San Pedro de Macorís.
Letalidad y transmisión Vargas señala que hasta
la fecha la Dirección General de Epidemiología (DIGEPI) ha registrado
tres muertes sospechosas de estar relacionadas con la chikungunya,
mientras que notas periodísticas de principios de junio registraron
entre 7 u 8 fallecimientos sospechosos.
“El virus no es letal en sí mismo, pero la
existencia de condiciones previas facilita el desarrollo de un cuadro
clínico en personas mayores de edad que puede terminar en la muerte. Lo
mismo ocurre con los recién nacidos. Este parece ser el caso de los
fallecimientos registrados por los medios de comunicación”, precisa.
La exclusión de las cifras oficiales de estos
fallecimientos puede deberse a que las muertes no ocurren en hospitales,
sino en las casas.
La rápida expansión de la chikungunya en el
territorio nacional se debe al método por el cual se transmite y a la
falta de inmunidad de la población dominicana, que no había sido
expuesta antes a este virus.
“El mosquito Aedes Aegypti y el Aedes Albopictus,
vectores del dengue y la Chikungunya, infectados por el virus contagian a
las personas a través de sus picadas y estas, a su vez, son picadas por
mosquitos que luego transmiten el virus a personas sanas”.
La investigación resalta que debido a que la
población dominicana carece de los anticuerpos que proveen inmunidad,
toda la población es susceptible al virus. “De acuerdo con el
infectólogo Clemente Terrero (2014), alrededor de siete millones de
personas podrían contraerlo. Al no existir una vacuna es más difícil
evitar el contagio, además que las personas contagiadas se movilizan, lo
que aumenta la propagación del virus”.
Otro factor de riesgo es la facilidad con la que
se cría el mosquito, indica el análisis. Asimismo, un factor
determinante en la expansión de la epidemia es la actitud de la
población. “Es común la falta de conocimiento sobre la enfermedad e
incluso la desconfianza ante las recomendaciones del MSP.
Es popular la noción que la chikungunya no es
transmitida por un mosquito, sino que se trata de “un polvo, un químico
que trajeron en un barco y lo tiraron en Haina”, destaca el informe.
Acciones de las autoridades El documento del OPD
dice que el MSP inició jornadas de fumigación en los distintos focos de
infección y de eliminación de los criaderos desde que se confirmó el
brote inicial de chikungunya.
Además, el MSP anunció la colaboración de
numerosas instituciones públicas y privadas en estas jornadas, así como
en las de información y educación, dice el informe.
Añade que las sociedades médicas especializadas y
técnicos del MSP elaboraron una guía para enfrentar el virus en los
hospitales. Asimismo, el OPD resalta que el 26 de mayo se anunció que
los ministerios de Educación
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