A pesar de sus noventa años recién cumplidos, el cantante francés Charles Aznavour, que hoy ofrecerá un recital antológico en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, se ha mostrado enérgico y optimista y ha asegurado que su edad no le priva de practicar a diario la escritura, su deporte favorito.
"Sigo escribiendo cada día, pero no sólo
canciones. Escribo porque la escritura es un músculo que debe
ejercitarse a diario y yo, como nunca he sido deportista, lo que entreno
es la mente".
Considerado uno de los embajadores de la canción
francesa, subirá hoy al gran escenario de Barcelona, tras años de
ausencia, con un concierto en el que repasará sus temas más emblemáticos
como "La mamma", "Venecia sin ti" o el célebre "La bohème", que han
marcado diversas generaciones.
Aznavour se enfrenta al concierto "como
siempre" pues, en su opinión, lo único que ha cambiado con el paso del
tiempo es su voz: "mala cuando era joven, mejorada cuando era adulto y
otra vez mala siendo viejo" sin embargo, "ahora a la gente parece no
importarle", ha bromeado el cantautor.
Lleno de vitalidad y entusiasmo, el referente de
la canción francesa ha asegurado estar viviendo una "jubilación alejada
de la antesala de la muerte" y ha confesado tener aún muchos planes de
futuro.
"Seguiré aprendiendo de la vida durante treinta
años más", ha sostenido firmemente el artista que no piensa rendirse
antes de los 120 años, momento hasta el cual seguirá "trabajando a
diario" como hasta el momento, pues es parte de su vida.
El polifacético artista de origen armenio y voz
inconfundible, empezó su carrera musical a los nueve años, lo que le
obligó a dejar la escuela y "aprenderlo todo de la vida", una filosofía
que quiere seguir practicando durante los años -muchos, según el
cantautor- y que le ha dado muy buenos resultados: no le ha hecho más
listo pero sí "mucho más feliz".
Con más de cincuenta discos publicados, Aznavour
asegura "no tener un estilo definido" y confiesa que le cuesta encontrar
una canción que sea representativa de su extensa carrera aunque sí le
podrían definir "todas las canciones del pasado".
Especialmente conocido por sus canciones de amor,
Aznavour ha insistido en que el éxito de su carrera reside en la
variedad temática de su obra que ha tratado, entre otros, temas tan
distintos como "la homosexualidad, los accidentes de tráfico, la
juventud o el paso del tiempo".
"Tengo la percepción de que el público necesita
ser seducido con los temas románticos pero es necesario que luego les
fuerces a escuchar otros asuntos", ha respondido el artista quien
asegura que la piedra angular de su carrera radica en su heterogeneidad
temática, a pesar de que el público no le recuerde por este hecho.
Mañana el público catalán tendrá la oportunidad de
disfrutar de su faceta interpretativa más poliédrica que le llevará a
versionar algunos de sus temas en castellano.
Este amor por las lenguas, que le ha llevado a
cantar en cinco idiomas, quedará plasmado en su próximo disco que saldrá
el mes que viene en el que Aznavour canta en francés, inglés e
italiano.
Asimismo, el cantautor ha reconocido haber tenido
entre las manos un proyecto de disco en catalán, algo que no descarta
retomar siempre y cuando coincida con algún escritor que entronque con
su manera "clásica" de escribir, un perfil que a su parecer, está en
vías de extinción.
Preguntado por su relación con Armenia, país del
que es representante permanente ante la Unesco, el cantautor ha afirmado
que sigue visitándolo periódicamente "cuando hay algún acto
institucional" pero insiste que a pesar de sus raíces se siente
"culturalmente francés".
Aferrado a la vida y a su trabajo, Aznavour -que
no quiere hablar de despedidas de los escenarios- ha negado representar
el "fin de una época" ya que, igual como él siguió las trazas de Charles
Trenet, padre de la canción francesa, "afortunadamente existen jóvenes
que retoman las estelas de sus antecesores".
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