La selección uruguaya de fútbol
llegó al aeropuerto de Belo Horizonte con la ilusión de dar un nuevo
"Maracanazo" en Brasil, aunque eso dependa en gran parte de la
recuperación de su estrella Luis Suárez.
Los jugadores charrúa, vestidos de
traje, descendieron del avión en el aeropuerto Tancredo Neves de
Confins, situado a 40 kilómetros de Belo Horizonte, a la 18H00 locales
(21H00 GMT), constató la AFP.
Suárez, de 27 años y que sufrió una
lesión de rodilla entrenando con Uruguay de la cual fue operado el 22
de mayo, bajó entre los últimos y no hizo declaraciones.
El plantel se subió a un ómnibus en
la pista para ser trasladado de inmediato a Sete Lagoas, a 70 km del
centro de la capital de Minas Gerais, donde se alojará durante el
Mundial Brasil-2014.
En el hall del aeropuerto, algunos
simpatizantes se acercaron para saludar a la Celeste, como la uruguaya
Beatriz Seco y su marido Tadeo, un brasileño que llevaba una bandera y
una bufanda celestes.
"Es una felicidad tener al equipo
aquí. Uruguay viene para ganar", dijo Beatriz, que vive desde hace 20
años en Belo Horizonte, explicando que recientemente visitó la
concentración en Sete Lagoas.
Admiradora de Suárez, Seco afirmó
con tristeza que no podrá ir a ningún partido de Uruguay y que tampoco
piensa volver a Sete Lagoas, "porque ya no nos van a dejar entrar".
Uruguay debuta en el Grupo D del Mundial el sábado 14 de junio contra Costa Rica y luego se las verá con Inglaterra e Italia.
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