Tras una amarga partida de Boston hace casi seis años, el dominicano Manny Ramírez regresó al Fenway Park el miércoles con una sonrisa de oreja a oreja y un estadio lleno que lo ovacionó en grande.
Ramírez, quien hace días fue contratado por la
organización de los Cachorros de Chicago como coach/jugador para su
filial de Triple-A Iowa, se dijo emocionado por esta oportunidad para
regresar al béisbol.
"Sí, estoy ansioso por comenzar este nuevo reto",
dijo Ramírez, quien se encontraba el Fenway para la celebración del 10mo
aniversario de aquellos Medias Rojas campeones del 2004. "Es una
bendición de Dios, porque puedo ir allá y darle a esos jovencitos mi
testimonio sobre qué es lo que se debe hacer y no hacer en el terreno.
Será maravilloso. Vamos a divertirnos".
Sus ex compañeros de los Medias Rojas coinciden en que este nuevo escenario le vendría muy bien a Ramírez.
"Creo que es genial", expresó su compatriota Pedro
Martínez. "Manny está en una posición idónea para ser un ejemplo de qué
es lo que no debe hacerse. Manny es muy inteligente y Manny conoce bien
al arte del bateo, y cómo transmitírselo a los demás.
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