El primer encuentro se centra en inmigración y lucha contra la desigualdad social. El Papa le ha obsequiado con «La alegría del Evangelio» y el «Angel de la Paz»
Durante su visita a Italia, el presidente de EE.UU., Barack Obama, se reunió en el Vaticano con el papa Francisco. Durante la reunión, que duró unos 50 minutos, Obama confesó al sumo pontífice: "Es un honor, soy un gran admirador suyo", y le agradeció por haberlo recibido.
Obama y el papa abordaron muchos temas relevantes, como la injusticia
social y la lucha contra la pobreza, entre otros. "Con sus continuas
palabras sobre la justicia social, el papa nos advierte del riesgo de
habituarnos a las desigualdades extremas, hasta el punto de aceptarlas
como algo normal", constató Obama tras la visita.