Después de experimentar el clímax de tres horas que la dejó hospitalizada, Liz comenzó sufrir una serie de espasmos sexuales que llegaban sin aviso, según informó Daily Mail. “Inicialmente solo ocurría después del acto sexual pero eventualmente comenzaron a llegar cuando estaba viendo la TV o caminando por la calle”, asegura la mujer de Seattle.
“La mayoría de las personas que escuchen esto van a pensar que tener un orgasmo de media hora o una hora podría ser una experiencia increíble”, pero, asegura la mujer, no lo es.
Los doctores eventualmente descubrieron el malestar que aquejaba a Liz -quien llegó a tener hasta 12 orgasmos diarios- era una disfunción multi-orgásmica, ocasionada por los antidepresivos que estaba consumiendo.
Liz sufre bipolaridad que fue diagnosticada incorrectamente, recibiendo tratamiento contra la depresión, informó Mirror. En entrevista, el doctor Irwin Goldstein asegura “los anti-depresivos incrementan la disfunción multi-orgasmica porque alteran la química cerebral”. A Liz se le receto ácido valproico, una sustancia que trata la bipolaridad y silencian a los químicos que ocasionan los orgasmos.