El papa Francisco no es de costumbres. En su primer año de pontificado, que se cumple hoy, ha transformado a la Iglesia Católica.
Humilde, curioso, ameno, el pontífice no ha dudado en criticar la ambición, el desperdicio de los alimentos, el trabajo infantil y el aborto; tampoco le ha temblado la mano para defender a la comunidad de homosexuales.
Jorge Mario Bergoglio, asumió la dirección del Vaticano un día como hoy hace un año. Desde entonces, se estableció en la Santa Sede un pontificado que lo cambió todo.
