Un “disc jockey”, acusado en julio del pasado año por agredir sexualmente a tres jóvenes entre los 12 y 15 años y grabar los actos con cámaras de video y celulares, se declaró culpable ante la
magistrada federal Camille Vélez Rivé.
Eduardo Santiago Rivera de 45 años, se declaró culpable tras llegar a un acuerdo con el fiscal federal Marshal Morgan, quien recomendó una sentencia de entre 35 a 40 años de prisión. Si el convicto no se hubiese declarado culpable se exponía a ser sentenciado a cadena perpetua.
Este fue acusado por un Gran Jurado por ocho cargos de producción de pornografía infantil y uno por posesión de material pornográfico infantil.
Asimismo, enfrenta un cargo de confiscación de 28 artículos que le fueron confiscados por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), durante un allanamiento en su residencia en Caguas. Entre los artículos figuraban cámaras de video, varios celulares y computadoras, SIM Card y discos compactos, entre otros.
Originalmente, Santiago Rivera había sido acusado en julio del 2012 por ocho cargos por producción de pornografía infantil a una víctima de 12 años. El pasado 1ero de mayo el Gran Jurado radicó nuevos cargos en los que se incluyeron otras dos víctimas de 12 y 15 años.
De acuerdo a una declaración jurada de un agente del ICE, para abril del 2012 Santiago Rivera conoció a una menor de 12 años a través de Facebook y la convenció para que ésta abriera una cuenta para sostener videoconferencias a través del Internet. En la primera conversación le pidió a la niña que le mostrara su busto y su vagina y se tocara. Se indica que la menor se rehusó inicialmente, pero que el acusado la amenazó con inventar una historia falsa en su contra y notificarle la misma a su madre.
Asimismo, se alega que posteriormente, el acusado acudió a la residencia de la joven y la transportó en su vehículo a su casa. La joven alega que la tocó y la obligó a que mantuviera reclinado el asiento del carro para que nadie la viera.
Al llegar a la residencia la violó y grabó el acto. Ello a pesar de los gritos de dolor de la menor.
Santiago Rivera buscó a la perjudicada en varias ocasiones y la llevó a su residencia para violarla y sodomizarla.
La hermana de la víctima radicó una querella ante la División de Delitos Sexuales de Caguas y los agentes avisaron a los agentes del ICE. Se alega que tras una entrevista de los agentes del ICE, el
acusado renunció a sus derechos y confesó que conoció a la primera víctima a través de Facebook, que le mostró su pene a través del Internet, que sabe lo que es pornografía infantil, que amenazó a la Perjudicada con publicar las imágenes en Internet, que la buscaba a su casa, que grabó los actos y que tenía conocimiento de que la joven era menor de edad.
El acusado permanece ingresado en el Centro de Detención Metropolitano de Guaynabo (MDC, por sus siglas en inglés), desde el 27 de julio del 2012. Este es representado por la abogada Melanie Carrillo.
La vista de sentencia aun no ha sido pautada por el juez federal Jay García Gregory.