Para el economista Mario Arana, quien también ha sido presidente del
Banco Central de Nicaragua, BCN, y Ministro de Hacienda y Crédito
Público, crear un empleo formal en Nicaragua puede costar en promedio
unos US$5,000 anuales, aunque para algunos empresarios, esa cifra es muy
alta.Y es que generar un empleo formal está ligado a los costos de contratación y a la inversión inicial de un negocio. Los costos de contratación de un empleado están compuestos por: el salario mínimo y los beneficios.
Podemos tomar el salario mínimo que a partir de marzo pasado gana un trabajador del sector construcción que es de C$5,799 mensuales, (US$236 mensuales), equivalentes a US$2,832 anuales. Sin embargo, a este salario hay que sumarle los beneficios que por ley se otorga.
De esta forma, todo individuo empleado formalmente tiene que ser afiliado al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, INSS, y por ello su empleador debe realizar una aportación patronal del 16%, que en el caso de los trabajadores de la construcción equivale a US$32.5 mensuales, es decir, US$390 anuales.
“A ese aporte de la patronal hay que sumarle las contribuciones al Instituto Nacional Tecnológico, Inatec, el cual es del 2% mensual”, indicó Arana.
Esto sin tomar en cuenta —según Mario Amador, Gerente General de la Comisión Nacional de Productores de Azúcar, CNPA,— el proceso de administración que implica llevar un registro y un archivo de las personas contratadas, además de los chequeos pre-ocupacionales que la empresa debe hacer al personal que contratará.
Pago de vacaciones, aguinaldo y costo de inversión
A todo lo anterior, según los empresarios consultados, hay que sumar otros beneficios por ley como el decimotercer mes o aguinaldo. “También hay que pagar las vacaciones y se podrían incluir otros beneficios como pago de alimentación y transporte”, según Mario Arana.
Todo lo anterior, no incluye los costos que implicarían el despido o renuncia de un trabajador, en este caso del sector construcción. “Esto incrementa considerablemente el costo de crear una plaza de trabajo anualmente”, explicó.
Actualmente en el país existen 676,207 trabajadores inscritos en los registros del Seguro Social, de los cuales, 230,097 pertenecen al sector de servicios comunales, sociales y personales y 153,306 a la industria manufacturera, ambos son los dos sectores que más empleo formal brindan en el país y cuyos salarios mínimos andan entre los C$3,632.7 y C$3,484.3, respectivamente.
Costos dependen del sector
De acuerdo con especialistas en administración de recursos humanos, el costo es distinto y puede ser mayor o menor dependiendo del sector y tamaño de la empresa, además que se debe considerar si es una nueva creación de empleo o si se trata de un empleo a partir de la expansión de una compañía.
Esteban Ramírez, gerente de Recursos Humanos de una mediana empresa nicaragüense, explicó que si se toma como base la contratación de un trabajador cuyo salario es de C$10,000 mensuales, el costo real para la compañía para contratar a ese trabajador puede duplicarse si es la primera vez que le brinda trabajo.
“La diferencia en un empleo nuevo es de tres a uno, es decir, que representa casi tres veces el pago del salario, eso sin contar que hay compañías que ofrecen planes adicionales en prestaciones para niveles gerenciales, por ello en cada sector e industria puede cambiar”, indicó Ramírez.
El mayor costo de inversión de un nuevo empleo, cuyo salario es de C$10,000 mensuales, se da en el reclutamiento, a eso le sigue el costo que se destina a infraestructura tecnológica, los recursos que se destinan a la capacitación, arrendamiento y gastos de oficina.
En resumen, la creación de una nueva plaza de empleo no abarca solamente el salario convenido con el empleado. Sino que el gasto del empleador se incrementa con cada obligación que es impuesta ya sea por ley o por costumbre.
Actualmente la falta de empleo es uno de los principales problemas que enfrentan los nicaragüenses y según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social, Funides, el país solo genera alrededor de 65,000 empleos anuales, muy por debajo de la demanda real que es de 100,000 plazas anuales.