Su nombre es Samantha Lewthwaite y es de nacionalidad británica. Sus
fotos la muestran como la tímida joven que una vez fue. Su apodo en la
prensa de su país, "viuda blanca", la vincula con ataques que
destrozaron cientos de vidas y conmocionaron dos naciones. Desde esta
tarde la busca Interpol.
Lewthwaite es la viuda de Germaine
Lindsay, uno de los cuatro atacantes suicidas que protagonizaron los
atentados de Londres el 7 de julio de 2005. Ahora, la policía
internacional está detrás de ella por pedido de Kenia, la nación
africana que aún llora a las víctimas del ataque contra el centro
comercial de Westgate, que dejó al menos 67 muertos este fin de semana.
Un
comunicado de Interpol indica que la joven de 29 años, que ha sido
vinculada con el grupo islámico al-Shabab que se adjudicó el asalto en
Nairobi, "es requerida en Kenia por cargos de posesión de explosivos y
conspiración para cometer un delito en diciembre de 2011". El pedido de
Interpol no hace ninguna referencia a una eventual participación de
Lewthwaite en el ataque del pasado fin de semana contra el centro
comercial.
La alerta emitida por la fuerza de seguridad, conocida
como "notificación roja", requiere que todos los países miembros del
organismo detengan a la sospechosa para que sea extraditada.
Reacción y desaparición
La primera vez que el
nombre de Samantha Lewthwaite apareció en la prensa fue días después de
que su marido matara a 26 personas al detonar un artefacto explosivo en
un vagón del metro londinense de la línea Piccadilly, cerca de la
estación de King Cross.
Inmediatamente ella condenó las acciones
de Germaine como "aborrecibles" y responsabilizó a sus compañeros de
plegarias en las mezquitas más radicales:
"¿Cómo puedo esa gente
convertirlo y envenenar su mente de esa manera? Él era un hombre
inocente, simple y naive. Supongo que habrá sido el candidato ideal", le
dijo la viuda al tabloide británico The Sun. Pero luego desapareció.
Se sabía que estaba en Kenia y el año pasado funcionarios
admitían que había volado a Somalía. La policía local buscaba a una
mujer que usaba varias identidades, incluyendo la de ella.
Lewthwaite
no tiene ningún prontuario por actividades terroristas en el Reino
Unido pero la policía de Kenia la rastreaba por presuntos vínculos con
una célula que planeaba un atentado en la costa del país.
El
periodista de la BBC Peter Taylor, quien realizó un programa sobre al
Shabab, señaló que "si, como dice el ministro de Relaciones Exteriores
(de Kenia), hay una mujer británica involucrada (en el ataque al centro
comercial) 'que ha hecho esto en muchas ocasiones anteriores', existe
una gran probabilidad de que sea Samantha Lewthwaite".
Hasta el
momento no existe confirmación de ninguna participación de Lewthwaite,
ni como organizadora, ni como atacante, ni como promotora de lo ocurrido
en Nairobi y al Shabab ha negado el involucramiento de ninguna mujer.
Pero Taylor añadió que ella se ha convertido casi en una "figura mitológica" y su búsqueda lleva varios meses.
"No era una líder"
Hija
del soldado británico Andy Lewthwaite, quien se casó con Christine
Allen mientras servía en Irlanda del Norte durante los años 70, Samantha
vivió primero en la localidad de Banbridge y luego en Aylesbury.
Raj Khan, un político local de esta ciudad que la conoció por muchos años, la recuerda como una chica promedio.
"La
conocí cuando era una niña inocente, sin confianza, tímida y muy fácil
de entablar amistad. Era una seguidora, no una líder".
En Aylesbury, Lewthwaite entró en contacto con una familia musulmana que la ayudó a convertirse al Islam cuando era adolescente.
En
2002 se casó con Germaine Lindsay, musulmán como ella que había nacido
en Jamaica, a quien conoció ese mismo año en un sitio de internet
islámico. Inicialmente vivieron en Huddersfield pero se mudaron a
Aylesbury en septiembre de 2003. Seis meses después nació su primer
hijo. El segundo vino al mundo después de los atentados de Londres.
"Ese
julio de 2007 ella daba la impresión de desaprovar de forma muy crítica
lo que había hecho su marido. Luego desapareció del radar y reapareció
en Kenia. Parecería que se involucró con al Shabab para luchar la jihad
que su marido creía estar peleando cuando atacó el metro de Londres",
indicó el periodista de la BBC Peter Taylor y agregó:
"Si murió
(en el ataque al centro comercial), entonces habría alcanzado la clase
de martirio que su marido Germaine Lindsay alcanzó", señala Peter
Taylor.