La
pregunta fue directo al grano:
después de humillar al que se suponía
que fuese un contrincante de cuidado, y barrer con la competencia en
todas las divisiones en las que peleó, ¿qué oponente respetable
hay en el horizonte para Floyd Mayweather Jr.?
El
estadounidense contempló la interrogante por varios segundos y, por
primera vez en una noche triunfal, se quedó sin palabras. Miró a su
izquierda en la tarima, donde estaba sentado un cabizbajo Saúl
"Canelo" Álvarez, todavía asimilando la paliza que
acababa de recibir a manos de Mayweather para sufrir la primera
derrota de su carrera.
"Canelo
es un gran campeón, es el futuro del boxeo...", atinó
finalmente a responder Mayweather, luego de un silencio que pareció
eterno, repitiendo los elogios, quizás demasiado dadivosos, que
repartió a su oponente mexicano tras derrotarlo por decisión el
sábado y apoderarse de los cetros de la división súper welter. Un
disco rayado, hablando más como promotor que como boxeador. Y ni una
sola palabra sobre su próximo rival.
Esa
es la encrucijada en la que se encuentra Mayweather (45-0), el rey
indiscutido libra por libra, la máxima estrella de su deporte, el
atleta mejor pagado del planeta, y, por qué no, un nombre obligado
en la discusión sobre el mejor boxeador en la historia.
Con
36 años, una condición física impecable y poco castigo en casi dos
décadas sobre el cuadrilátero gracias a su defensa y reflejos,
Mayweather encara la paradoja de ser demasiado superior al pelotón
para el bien de sus propios intereses comerciales. Muhammad Alí tuvo
a Joe Frazier. Sugar Ray Leonard, Marvin Hagler, Tommy Hearns y
Roberto Durán compartieron una época dorada en los 70 y 80.
Mayweather sólo tiene al espejo.
"No
importa a quién le pongas de frente. Se trata de un boxeador único
en esta generación, y quizás en la historia", apuntó Richard
Schaefer, director de la empresa Golden Boy Promotions que
co-promocionó la cartelera junto con Mayweather Promotions. Un
hombre inclinado a la hipérbole que, en esta ocasión, no exageró
ni una pizca.
"Podrías
poner a los Klitschko frente a él, y probablemente les ganaría",
agregó, bromeando con la posibilidad de enfrentar a los hermanos
Wladimir y Vitali, los gigantes ucranianos que reinan en la división
de los pesos completos.
Aunque,
tomando en cuenta las alternativas, no suena tan descabellado.
Hay
que recordar que se trata de un púgil cuyo apodo es "Money"
(Dinero). Este es un hombre obsesionado con la riqueza, que ante
Álvarez cumplió con la segunda pelea de un contrato por seis con
Showtime y CBS que le pagará más de $200 millones , cifras sin
precedentes en el boxeo y, en realidad, en cualquier deporte.
Mayweather
depositó al menos $41.5 millones en su cuenta de banco por darle una
lección al "Canelo", una cantidad que aumentará
considerablemente cuando se saquen las cuentas finales de las compras
del sistema pague por ver, que se espera que atenten contra el récord
de $2.4 millones de ventas para el combate de —quien más—
Mayweather contra Oscar de la Hoya en 2007.
Álvarez,
un ídolo en México y apadrinado por la empresa Televisa, tuvo mucho
que ver con la publicidad que recibió la pelea, titulada "The
One". Apuesto, de carácter afable y hasta el sábado invicto en
43 combates, el pelirrojo aportó una buena cuota de fanáticos para
llenar a capacidad la Arena del MGM Grand, donde se recaudaron más
de $20 millones , y para vender entre la comunidad hispana en Estados
Unidos una cartelera que costaba $74.95 en alta definición, el
precio más caro en la historia para un pague por ver.
Muchos
sintonizaron para ver si Mayweather perdía por primera vez en su
carrera, pero en cambio vieron al Michael Jordan del boxeo ofrecer un
recital de lujo frente a un rival que no estaba listo para semejante
huracán.
Entonces,
volvemos a la pregunta original: ¿qué es lo próximo para
Mayweather?
"Sólo
me quedan 24 meses (en el boxeo)", adelantó el oriundo de
Grands Rapids, Michigan, e hijo adoptivo de Las Vegas, haciendo
referencia al tiempo en el que espera cumplir con el contrato con
Showtime. "Ahora mismo, no sé qué me depara el futuro. Sólo
quiero tomarme unas vacaciones y descansar".
Mayweather
peleará el fin de semana más cercano al 5 de mayo de 2014 —"Cinco
de Mayweather", como le llama— para continuar con su tradición
de combatir en las dos fechas más emblemáticas para la comunidad
mexicana en Estados Unidos, 5 de mayo (Batalla de Puebla) y 15 de
septiembre (Día de la Independencia de México).
Lo
que no se conoce es el oponente. Las alternativas son limitadas, y es
que Mayweather se encargó de acabar con Alvarez, Robert Guerrero,
Miguel Cotto, Víctor Ortiz, Shane Mosley, Ricky Hatton, De la Hoya y
todo el que se le plantó en frente.
Danny
García es una posibilidad. El oriundo de Filadelfia, e hijo de
puertorriqueños, brilló en el combate semiestelar del sábado al
superar por decisión unánime al noqueador argentino Lucas
Matthysse. García, de 25 años, conservó su invicto en 27
compromisos, pega y se mueve bien, es carismático y su padre y
entrenador, Angel, es uno de esos personajes locuaces que hacen del
boxeo todo un circo.
García
es campeón del peso junior welter (140 libras), y tendría que subir
al menos al peso welter (147) para enfrentar a Mayweather.
"Yo
sólo soy un boxeador, peleo con el que me pongan de frente",
comentó García, sin sonar muy entusiasmado, sobre la posibilidad de
chocar con Mayweather. "Esa sería una guerra santa, entre dos
boxeadores benditos", agregó su padre Angel.
Adrien
Broner, campeón invicto del peso welter, es otra alternativa, aunque
el estadounidense tiene que superar primero su compromiso en
diciembre contra el argentino Marcos Maidana. También podría ser
Cotto, el boricua que cayó ante Mayweather en mayo de 2012 y que dio
una gran batalla, al menos durante los primeros asaltos.
Y,
por supuesto, siempre está latente el duelo que todos querían ver
hace un par de años, pero que nunca se concretó, frente a Manny
Pacquiao.
Las
acciones del filipino, hasta hace poco retaba a Mayweather por el
título de mejor libra por libra, están devaluadas luego de perder
sus dos últimos choques, uno por un devastador nocaut ante Juan
Manuel Márquez y el otro en una polémica decisión contra Timothy
Bradley.
Pacquiao
pelea en noviembre contra Brandon Ríos en Macau y, de salir airoso,
abriría la puerta al combate que no se concretó, entre otras cosas,
porque el filipino no aceptó las condiciones de Mayweather sobre los
controles antidopaje.
"Repito,
sólo quiero ir a casa, descansar y tomarme unas vacaciones",
insistió Mayweather cuando le mencionaron la posibilidad de chocar
con Pacquiao.
Unas
vacaciones bien merecidas, Money, en las que puedas buscar el próximo
oponente.