Un
exreservista de la Armada perpetró un ataque en la mañana de ayer en el
Astillero Naval de Washington, acribillando a oficinistas en la
cafetería y un pasillo de la instalación militar fuertemente
custodiada en el corazón de la capital estadounidense, dijeron las
autoridades. Trece personas murieron, incluido el tirador.
Las
autoridades dijeron que buscaban a un posible segundo tirador que
podría vestir uniforme de tipo militar.
Los
investigadores dijeron que no habían descubierto un motivo para el
ataque, que se produjo en el corazón de la capital, a menos de
cuatro de la Casa
Blanca.
En
cuanto a si se trató de un ataque terrorista, el alcalde Vincent
Gray dijo: "No tenemos motivos para creerlo a esta altura".
Pero añadió que no se ha descartado esa posibilidad.
El
presidente Barack Obama calificó de "acto cobarde". Dijo
que las víctimas eran "estadounidenses valientes" y
prometió que "a quienes perpetraron este acto cobarde se les
hará responsables".
La
Casa
Blanca
pospuso la noche de latina, en la que participarían el gobernador,
Alejandro García Padilla y Ricky Martin.
En
el Congreso, el jefe de la bancada mayoritaria en el Senado, el
demócrata por Nevada Harry Reid, anunció la suspensión de sesiones
y el aplazamiento de votos hasta el martes. El equipo de béisbol
Nacionales de Washington también pospuso el partido previsto contra
los Bravos de Atlanta y jugará hoy martes una doble jornada.
Fue
el tiroteo más mortífero desde que el mayor Nidal Hasan mató a 13
personas e hirió a otras 30 en 2009 en Fort Hood, Texas. Fue
condenado a muerte el mes pasado.
El
FBI, que se hizo cargo de la investigación, identificó al tirador
muerto como Aaron Alexis, tejano de 34 años, quien murió tras
tirotearse con la policía.
Un
agente federal, que habló bajo la condición de anonimato, dijo a la
Associated Press que Alexis aparentemente entró al complejo naval
por medio de un documento de identidad ajeno, pero no estaba claro si
ese individuo era cómplice o si le robaron el documento.
Alexis
se retiró de la armada, por razones que no estaban claras, el 31 de
enero de 2011. Hasta entonces trabajaba en un escuadrón de apoyo
logístico de la flota en Fort Worth, Texas. La Armada dijo que tenía
domicilio oficial en Nueva York.
La
zona atacada, conocida como Edificio 197, es parte de la sede del
Comando de Sistemas Navales, que construye, adquiere y mantiene
barcos y submarinos de la Marina del país y sus sistemas de combate.
Unas 3.000 personas trabajan en la sede, muchas de ellas civiles.
Testigos
dijeron que un tirador abrió fuego desde una terraza en el cuarto
piso hacia personas que se encontraban en una cafetería en la planta
baja. Otros dijeron que un tirador les disparó en un pasillo del
tercer piso. No estaba claro si todos los testigos describían al
mismo tirador.
Alrededor
del mediodía, la policía dijo que buscaba a dos hombres que habrían
participado del ataque, uno de los cuales portaba pistola y vestía
uniforme color caqui de tipo naval y boina, el otro provisto de arma
de fuego larga y uniforme verde olivo. La jefa de la policía
capitalina, Cathy Lanier, dijo que no estaba claro si eran militares.
Horas
después, la policía tuiteó que el hombre de uniforme caqui había
sido identificado y no estaba implicado en los disparos.
A
medida que los vehículos de emergencia congestionaron las calles en
torno al complejo, un helicóptero voló sobre el lugar, las escuelas
cercanas fueron cerradas y los aviones en el cercano Aeropuerto
Nacional Reagan fueron brevemente inmovilizados para que no
interfirieran con los helicópteros policiales. A menos de dos millas
fueron aumentadas las medidas de seguridad en el Capitolio y otros
edificios federales, pero las autoridades aclararon que no tenían
conocimiento de amenaza alguna.
Las
autoridades del Senado dijeron que no se permitiría el ingreso o
salida de los edificios mientras continuará la búsqueda del posible
segundo sospechoso. Dijeron que no tenían información que sugiriera
que el Senado, sus miembros o personal estuvieran en peligro, pero
que se tomó la medida por precaución.
El
atacante muerto es un empleado de la armada cuya asignación laboral
fue cambiada a principios de año, dijo un funcionario federal que
habló a condición de guardar el anonimato por no estar autorizado a
hacerlo oficialmente. Aunque ello podría sugerir que el ataque tuvo
motivaciones laborales, las autoridades no han descartado alternativa
alguna, incluyendo el terrorismo, agregó el funcionario. Lanier
indicó que no creía que los otros atacantes eran miembros de las
fuerzas armadas.
Todd
Brundidge, sub asistente del Comando de Sistemas Navales, dijo que él
y otros trabajadores se toparon con un atacante en un largo pasillo
del tercer piso del edificio. El atacante vestía de azul, agregó.
"Se
volvió y comenzó a disparar", contó Brundidge.
Terrie
Durham, asistente ejecutiva de la misma agencia, dijo que también
vio al pistolero disparando hacia ella y Brundidge.
"Apunto
alto y falló", dijo la mujer. "Nada dijo. En cuanto me di
cuenta que disparaba, dijimos, "'salgan del edificio'''.
Rick
Mason, analista de programas y empleado civil de la marina, dijo que
el pistolero estaba disparando desde una terraza del cuarto piso, que
apuntaba a las personas que estaban en la cafetería del edificio en
el primer piso. Mason podía escuchar los disparos, pero no vio al
hombre.
Poco
después del tiroteo, Mason dijo que alguien indicó a los empleados
por una altavoz que buscaran refugio y luego que se encaminaran a las
puertas del complejo.
Patricia
Ward, un especialista en gestión logística, dijo que estaba en la
cafetería desayunando y oyó "tres disparos seguidos. Sonaban
como "'pop, pop, pop''', dijo. "Tres segundos después,
pop, pop, pop, pop, pop, en total unos siete tiros y comenzamos a
correr", indicó Ward a varias cuadras de distancia del
Astillero Naval.
Ward
dijo que la policía comenzó a dirigir a la gente hacia las salidas
del edificio con las armas empuñadas.
La
policía y los agentes federales de varios organismos de seguridad
respondieron al ataque. Las ambulancias quedaron estacionadas fuera,
las calles aledañas fueron cerradas y los vuelos del aeropuerto
Reagan fueron temporalmente suspendidos por razones de seguridad.
Una
persona murió en el hospital de la Universidad George Washington de
una sola herida de bala a la sien izquierda, dijo el doctor Babak
Sarani, director de atención quirúrgica aguda.
En
cuanto a los tres heridos —un agente de policía y dos civiles—
que eran tratados en el hospital, se prevé que sobrevivirán.
Janis
Orlowski, directora gerente del hospital, dijo a los periodistas que
el policía aún se encontraba en el quirófano con balazos en las
piernas, pero se preveía su recuperación. La jefa de policía dijo
que el agente se enfrentó con el tirador que murió luego.
Una
mujer recibió una herida de bala en un hombro y la otra en la
cabeza, pero la bala no le penetró el cráneo.
El
jefe de operaciones navales, almirante Jonathan Greenert, se
encontraba en la base cuando se produjo el tiroteo, pero resultó
ileso y fue trasladado a otra instalación militar.
Parientes
y amigos angustiados aguardaban noticias de sus seres queridos en el
complejo.
El
sargento David Reyes, quien trabaja en la Base Aérea Andrews, dijo
que esperaba recoger a su esposa, Dina, que se encontraba encerrada
en un edificio vecino al del tiroteo y le envió un mensaje de texto.
"Los
han encerrado porque no saben nada", dijo Reyes. "Tienen
que verificar cada edificio y cada sala, y por supuesto que son
muchos edificios y salas".
El
Comando de Sistemas Navales es el mayor de los cinco que tiene la
armada y acapara un cuarto del presupuesto naval.. Solamente el
personal de seguridad está autorizado a portar armas en el complejo,
pero eso incluye a los agentes de seguridad, contratistas civiles y
miembro del Servicio Naval de Investigaciones Criminales.
El
capitán Timothy Jirus dijo que está autorizado a portar un arma en
el lugar y tiene una tarjeta electrónica que le da acceso a las
oficinas.
"Hasta
hoy creía que la seguridad era realmente buena", dijo Jirus.
Todos
deben mostrar un documento de identidad para pasar la puerta
principal, y en el edificio hay que pasar una tarjeta electrónica en
la puerta.
Eso
"me hace pensar que pudo haber sido alguien que trabaja aquí",
dijo Mason,
El
Astillero Naval tiene tres puertas de acceso, según su página de
internet. Una está abierta las 24 horas, toda la semana, y debe ser
usada por los visitantes. Una segunda puerta es solamente para
militares y empleados civiles del Departamento de Defensa y la otra
es para el tránsito de autobuses.
El
Astillero Naval forma parte de un barrio de rápido crecimiento junto
al Río Anacostia, en el sudeste de Washington, a pocas cuadras del
Parque de las Naciones.