La renuencia del presidente Barack Obama a excluir el status territorial como alternativa y del Congreso a incluir la estadidad como alternativas en un plebiscito federal, hacen urgente que la clase política puertorriqueña ponga en marcha mecanismos adicionales en la Isla para forzar al Congreso a tomar una decisión, indica Berríos Martínez, según la ponencia que sometió por escrito ante el Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado federal.
“Bajo el pretexto de la inclusión, el presidente ha propuesto la subordinación política como alternativa futura de status. Esa recomendación no es menos absurda y antidemocrática que ofrecer puestos de trabajo o servidumbre involuntaria como remedios al desempleo”, subraya Berríos Martínez.
Aunque piensa que el Congreso pudiera, si quisiera, promover un plebiscito de alternativas no territoriales, Berríos Martínez está convencido de que eso no ocurrirá mientras una de las propuestas sea la estadidad.
“La razón es simple. Ofrecer esa opción sería equivalente a una oferta indirecta de estadidad, si esa opción prevaleciera en un plebiscito. La opción de la estadidad es la marca de la muerte de cualquier plebiscito con auspicio federal simplemente porque la estadidad puertorriqueña es contraria a los intereses nacionales de Estados Unidos”, señala.
El dirigente independentista sostiene que el Congreso debería hablar con franqueza, pero no lo hará por miedo a que le atribuyan discriminar contra una etnia.
“Todos reconocemos que el gobierno de Estados Unidos tomará acción para descolonizar a Puerto Rico solo cuando no tenga otra alternativa. Nos toca a nosotros en Puerto Rico crear la crisis política que les fuerce a ustedes a actuar”, agrega.
A corto plazo, dice, la alternativa es convocar a una Asamblea Constitucional de Status y presionar para que el actual gobierno del Partido Popular Democrático (PPD) se comprometa a negociar un nuevo status no territorial.
Otro posible escenario, según Berríos Martínez, es que el Partido Nuevo Progresista (PNP) gane las elecciones generales de 2016 e implante el referéndum estadidad sí o no que le propone en estos momentos al Congreso.
“El pueblo puertorriqueño ha rechazado la relación territorial. Inevitablemente, el Congreso tendrá que comprometerse con una verdadera libre determinación”, añade.
En su ponencia, recuerda cómo hace 23 años el entonces senador demócrata Daniel Patrick Moynihan (Nueva York), ya fallecido y quien siguió de cerca el debate sobre las relaciones entre Puerto Rico y Estados Unidos, incluyó en el récord del Congreso un artículo suyo publicado en el diario The Washington Post en el que advirtió que sin la independencia, sea bajo el ELA o la estadidad, Puerto Rico se convertiría en un gueto.
“Tristemente puedo decir que estamos muy cerca”, sostiene el presidente del PIP, al aludir a la recesión económica y el deterioro social en Puerto Rico.
Resalta también cómo, sin embargo, el propio senador Moynihan, en un mensaje en mayo de 1990 en el hemiciclo del Senado, mantuvo que la pregunta esencial sobre el futuro político de Puerto Rico no es de índole económica.
Moynihan expresó entonces lo siguiente: “¿Quieren los puertorriqueños ser estadounidenses? Porque eso es lo que la estadidad ineludiblemente implica. ¿O quieren mantener una identidad separada”.
Oscar López Rivera
Antes de cerrar su ponencia, el presidente del PIP hace un llamamiento a favor de la liberación del prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera.
“Una nación que se promueve como un campeón de los derechos humanos debe, a través de acción ejecutiva, liberar a Oscar López Rivera’, subraya Berríos Martínez, al recordar que esa es una petición con la que coinciden tanto el gobernador Alejandro García Padilla como el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, quienes testificarán junto a él esta mañana en la audiencia senatorial.