Desde que el pasado 21 de junio, el presidente
estadounidense, Barack Obama, anunciara su nombramiento, las críticas,
en su gran mayoría de grupos religiosos, no han dejado de producirse.
La más vehemente de ellas y la que mejor refleja la situación creada en el país es la de la Iglesia católica dominicana.
El obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor
Pablo Cedano, aseguró rotundo, a los cinco días de conocerse la
designación, que el futuro embajador "está lejos" de la "realidad
cultural" del país.
Además trasladó su "esperanza" de que su
nombramiento no salga adelante ya en caso de que, a falta de las
audiencias y la confirmación pertinente del Senado, se apruebe, "va a
sufrir y tendrá que irse".
"Creo que ha sido una falta de delicadeza, de
respeto de Estados Unidos" el hecho de elegir a un activista gay como
embajador en la República Dominicana, opinó Cedano.
También el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) coincidió con la Iglesia Católica en su rechazo al nombramiento.
A juicio del presidente del CODUE, Fidel Lorenzo
Merán, el envío al país de Brewster "no es casual" y forma parte de la
política internacional del presidente estadounidense de favorecer el
activismo de esa minoría hacia países del Caribe y Centroamérica.
Eso sí, quiso dejar claro que no tiene en el
terreno personal nada contra él, ni duda de sus condiciones para
desempeñar el cargo diplomático.
Y es que, tal y como ha subrayado el encargado de
negocios de la embajada de Estados Unidos en la República Dominicana,
Daniel Foote, "Brewster viene aquí como embajador, no viene aquí como
activista para la comunidad gay".
Un aspecto en el que también incide el colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Según, Deivis Ventura, presidente ejecutivo de la
organización Amigos Siempre Amigos (ASA), en los países avanzados en
materia de derechos humanos, es normal que personas "gays o negras sean
elegidas como embajadores o presidentes, porque no se mira si es negro o
es gay, se mira su condición como ciudadano y como profesional".
En declaraciones hoy al inicio de la marcha del
orgullo gay celebrada en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, Ventura
además opinó que en un "país que se dice avanzado", como es el caso de
la República Dominicana donde ha habido tanto ruido y sonido con este
caso, "debería ser algo que forma parte de la normalidad".
En este sentido, subrayó el contraste entre la
polémica levantada y el hecho de que la homosexualidad "se haya ya
logrado visibilizar" en el país.
Y es que, de acuerdo con Ventura, una cosa es haber logrado ese avance y otra la "homofobia institucionalizada existente".
En este sentido, señaló que algunos alumnos han
sido expulsados de los colegios por su condición homosexual o muchos
enfermos transexuales han sido rechazados por los servicios de salud del
país.
"Hemos logrado avanzar en esa visibilidad pero desde el Estado sentimos una fuerte presión", recalcó.
El ministerio dominicano de Relaciones Exteriores
no ha dado a conocer su parecer, pero si ha opinado el consultor
jurídico del Poder Ejecutivo César Pina Toribio, quien a finales de esta
semana dijo que sería una falta de delicadeza del Gobierno dominicano
rechazar la designación de Brewster por el mero hecho de ser gay.
Pina quiso dejar bien claro que la preferencia
sexual no establece ninguna limitación a la hora de ejercer su papel
diplomático y consideró que no se estaría en lo correcto si la República
Dominicana rechazara a un activista homosexual declarado como
embajador, dado que el país dio su visto bueno a la designación.
La solicitud fue realizada por el Departamento de Estado a través de la cancillería.
Brewster fue un partidario activo en la recolección de fondos de la campaña de reelección de Obama el año pasado.
El designado embajador, que cuenta con una fuerte
experiencia en el sector privado, ocupa un alto cargo en la consultora
SB&K Global, una empresa que él lanzó en 2010 en Chicago (Illinois) y
que se especializa en servicios de asesoramiento sobre dinámicas del
mercado de consumidores.