Rafael Armando Class Dávila obstruyó con
su vehículo un convoy de agentes de Operaciones Tácticas y del SWAT del Federal
Buró de Investigaciones (FBI), cuando trataban de arrestar a los que robaron
presuntamente el banco Oriental en San Lorenzo, este pasado lunes, por lo que
ahora enfrenta cargos en el foro federal.
Class Dávila, de 29 años, fue arrestado
este miércoles por agentes del FBI y compareció ante la magistrada federal
Silvia Carreño Coll, quien le instruyó que enfrenta dos denuncias: resistir,
impedir y agredir con un arma -entiéndase un auto- un convoy del SWAT del FBI
que iban a intervenir con sospechosos de robar un banco, y obstruir e impedir
que agentes federales arrestaran a los sospechosos.
Durante la vista judicial efectuada hoy,
la magistrada le advirtió que de ser encontrado culpable, se enfrentaría a una
pena de cárcel de hasta 20 años. Citó la vista preliminar para el 27 de junio
próximo.
Class Dávila compareció a la vista
esposado y con mameluco de preso, mientras familiares en sala estaban llorosos.
Durante la vista de fianza, la abogada
Melanie Carrillo, de la Oficina del Defensor Público Federal, recalcó que el
oficial probatorio recomendó que se le concediera $10,000 de fianza, con la
mitad asegurada, porque no tiene récord criminal y trabaja como contratista
independiente.
Carrillo recalcó que su cliente es
epiléptico y que al momento de los hechos él residía con su novia en Cayey,
pero que su padre José Rafael Class podía ser su custodio en su residencia en
Guaynabo.
"MDC (Centro de Detención
Metropolitano) no es el lugar para él dado a este delito. No queremos
menospreciar el delito, es una ofensa seria, pero no es necesario que
permanezca en MDC", señaló Carrillo.
"Aclaro que no se debe menospreciar
la seriedad de esta ofensa. Puso en peligro la vida de todos esos agentes. Es
un milagro que nadie murió y que pudieron llegar a la escena del robo",
expresó la magistrada Carreño Coll, quien determinó que Class Dávila deberá
quedarse en la casa de su padre, se le establecerá un horario para que trabaje
y vaya a sus citas médicas, y con su abogada.
Se informó de que los familiares del
detenido hacían las gestiones para prestar la fianza y que fuera excarcelado.
Según la denuncia de los agentes, el
lunes a eso de las 3:00 p.m., agentes federales viajaban por el expreso PR-52,
en Caguas, hacia un lugar donde habían recibido información que se encontraban
los sospechosos que robaron horas antes la sucursal Oriental Bank de la calle
Sánchez López en San Lorenzo.
A pesar de la acción que se le atribuye
a Class Dávila, los dos sospechosos fueron arrestados e identificados como
Héctor Serrano Acevedo y Virgilio Díaz Jiménez, quienes enfrentan cargos por
robo bancario cuando se ayudaban mutuamente, uso de fuerza, intimidación y
violencia, y por el uso de arma de fuego.
Antes de dar con el paradero de ambos
sospechosos, la querella plantea que a eso de las 3:10 p.m., una Jeep Compass
color azul manejada por Class Dávila se colocó entre la segunda y tercera
guagua del operativo. Agentes comenzaron a prender las luces azules y la sirena
para que se moviera porque estaba interfiriendo con la operación.
Se alega que Class Dávila continuó la
marcha, ignorando las señales para que se moviera. Agentes procedieron a
anunciarle en español por el altoparlante que se saliera de la fila, pero no lo
hizo.
Mientras tanto, una fémina no
identificada que iba en el lado del pasajero frontal de la Jeep Compass
apuntaba con el lado de la cámara de su celular hacia las guaguas y los
agentes. Cuando se le avisó de nuevo que se moviera, la mujer les sacó el dedo
corazón.
Los agentes lograron maniobrar para
continuar la marcha, pero Class Dávila se colocó al frente el convoy y frenó de
cantazo, obligando a los agentes a frenar para evitar un choque.
Poco después, las guaguas de la
operación salieron por una de las salidas del expreso, y Class Dávila hizo
"gestos amenazantes" hacia los agentes, y el carro resbaló y raspó la
valla en la vía, y continuó la marcha por el expreso, aunque fue detenido
minutos después.