El futbolista profesional Aaron Hernández, de ascendencia
puertorriqueña, seguirá preso sin fianza hasta que sea enjuiciado por el
asesinato de Odin Lloyd, determinó una juez en la vista de
reconsideración de fianza esta tarde.
El ex tight end de los
Patriots de Nueva Inglaterra, a quien el equipo ya dio de baja a raíz de
la acusación, se quedó impávido al escuchar la decisión de la togada,
quien escuchó con paciencia las ofertas de prueba de la fiscalía así
como las argumentaciones de la defensa, que insistió - sin éxito- en
que Hernández no es uin riesgo de fuga ni un riesgo para la comunidad.
Jueza prevé sólida la evidencia
En
sus últimos minutos de vida, Odin Lloyd envió una serie de mensajes de
texto a su hermana. "¿Viste con quién me encontraba?", dijo en el
primero, enviado a las 3:07 de la mañana del 17 de junio. "¿Con quién?",
respondió ella finalmente.
"NFL", escribió su hermano, para luego agregar: "Sólo para
que lo sepas". Eran las 3:23 de la mañana. Momentos después, Lloyd
estaría muerto en lo que los fiscales consideran un tiroteo tipo
ejecución orquestado Hernández porque su amigo habló con la gente
incorrecta en un centro nocturno.
Hernández fue acusado de
asesinato ayer y, de ser hallado culpable, podría pasar el resto de su
vida en prisión sin derecho a libertad condicional.
Hernández fue
dado de baja por los Patriots menos de dos horas después de haber sido
arrestado y salir esposado de su hogar en North Attleborough, y nueve
días después de que el cadáver de Lloyd fue hallado por un corredor en
una zona remota de un parque industrial no muy lejos del hogar de
Hernández. El seleccionado al Tazón de los Profesionales de 2011 había
firmado un contrato de cinco temporadas a mediados del año pasado con
los Patriots por $40 millones.
Hernández, de ascendencia
puertorriqueña, comparece hoy a una audiencia de revisión de fianza en
la ciudad de Fall River. Su abogado, Michael Fee, consideró el caso
circunstancial durante una audiencia ante la corte el miércoles
abarrotada por reporteros, curiosos y policías. Fee agregó que una
"atmósfera bastante histérica" rodea el caso, exhortó al juez a no tomar
en cuenta el estatus de celebridad de su cliente y pidió que Hernández,
de 23 años, sea liberado bajo fianza.
Sin embargo, el juez ordenó que el jugador de la NFL permanezca
en prisión sin derecho a fianza por cargos de asesinato y cinco
relacionados a posesión de armas de fuego.
Otro hombre, Carlos
Ortiz, de 27 años, fue detenido el miércoles en Bristol, Connecticut,
ciudad de nacimiento de Hernández, como parte de la investigación del
crimen, informó el jueves Brian Preleski, fiscal de New Britain. Ortiz
fue considerado un fugitivo de la justicia y renunció a ser extraditado a
Massachusetts. Los registros de la prisión muestran que se le ha fijado
una fianza de 1,5 millones de dólares y permanece en la cárcel de
Hartford.
Lloyd era un deportista de 27 años, que jugaba con los
Bandits de Boston y tenía una relación con la hermana de la prometida de
Hernández. Recibió varios tiros en la espalda y en el pecho, según las
autoridades.
El fiscal Bill McCauley dijo que el crimen se derivó
de lo ocurrido la noche del 14 de junio, cuando Hernández y Lloyd
estuvieron en un club nocturno de Boston, llamado Rumor. Agregó que
Hernández estaba enojado por varios motivos, incluida una conversación
de Lloyd con personas con las que el jugador de la NFL "tenía
problemas".
Imágenes de circuito cerrado, tomadas en el exterior
de la casa de Hernández muestran que sus amigos llegan al lugar e
ingresan a la vivienda. Hernández, sosteniendo una pistola, sale y luego
le dice a alguien en la casa que estaba disgustado y que no podía
confiar ya en nadie, relató el fiscal.