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domingo, 12 de mayo de 2013

EN PAKISTAN Las mujeres siguen utilizándose como moneda de cambio para saldar riñas familiares

 Farwa está nerviosa. Va a casarse el 18 de mayo, justo una semana después de las elecciones en las que, por primera vez en los 65 años de historia de Pakistán, las mujeres de su comarca van a votar. Y sin embargo Farwa no puede hacerlo porque solo tiene 14 años. De poco sirve que la ley establezca en 16 años la edad mínima para el matrimonio (18, los hombres). En este rincón del Punjab, como en Sindh, Baluchistán y las regiones tribales, los intereses de terratenientes o jefes de clan mantienen a la sociedad anclada en el pasado porque el atraso y la ignorancia les garantizan una mano de obra abundante y barata para sus haciendas.
“Fui a la escuela hasta quinto y me gustaba”, cuenta Farwa, sentada entre un grupo de mujeres allegadas en una modesta casa de Rahmanwala, aldea a 40 kilómetros de Sargodha. “Quisiera haber seguido, pero mis suegros dijeron que tenía que aprender el arte de la cocina y a servir a mi marido y a su familia”, admite ante las preguntas de la periodista. Como es costumbre, el novio es un primo carnal. Tal es la mentalidad del lugar. Ninguna de las mujeres que la rodea cuestiona ese destino sin horizontes de una tradición a la que solo escapan las más acomodadas. El de Farwa no es un caso aislado. A su lado, su prima Bushera, de 15 años, sujeta en brazos un bebé de seis meses. ¿Pero no era 16 la edad legal para casarse?
Ese mismo abandono oficial permite que las mujeres sigan utilizándose como moneda para saldar disputas familiares. En una casa cercana a la que nos reunimos, viven Risalat y Umer, un matrimonio feliz a decir de sus vecinas, que surgió de una de esas uniones forzadas.
Hace diez años Yaserat mató a su tío Shamsir por una disputa sobre unas tierras. El asunto envenenó las relaciones familiares hasta que en 2007 Yaserat entregó a su hermana Risalat a uno de los hijos de su víctima. Nadie preguntó a la chica si quería casarse. Farooq lo considera un caso de violencia contra la mujer y desde Aawaz intentan educar a las mujeres sobre sus derechos para afrontar esas situaciones.