Dinamarca consiguió la victoria en el festival gracias a Emmelie De Forest y la canción "Only teardrops",
erigido ya como un lema contra el desamor y las segundas oportunidades.
Los daneses consiguieron 281 puntos, 47 puntos más que Azerbaiyán, que
fue segunda; y 67 más que Ucrania, tercera. Es la tercera vez que el
país escandinavo logra el triunfo, tras sus victorias en 1963 y 2000,
esta última también en Suecia. Europa también se dejó seducir por los
irreverentes griegos, que cantaron con faldas y a lo loco "Alcohol is
free", y por la delicada voz de la cantante rusa Dina Garipova, que
emocionó a los 11.500 espectadores que acudieron al Malmo Arena con una
balada muy típica pero efectista, reforzada con una puesta en escena
elegante y poderosa.
Gustó menos el beso lésbico de Finlandia, que quedó en la
antepenúltima plaza, o el canto ecologista del grupo armenio Dorians.
Eurovisión también castigó a los "grandes" de Europa con las últimas
plazas: Francia fue vigesimotercera y la alemana Cascada quedó apenas
dos peldaños por encima. Ni siquiera sedujo el aura de estrella de
Bonnie Tyler, que acabó decimonovena pese a ofrecer una de las
actuaciones más emotivas de la noche. Sólo Italia, gracias al carisma
del ganador de San Remo Marco Mengoni, salvó la papeleta con un séptimo
puesto.
La gala, presentada por Petra Mede, estuvo trufada de
guiños a Suecia y a ABBA, el mítico grupo que inició su éxito musical en
el festival de Eurovisión con la canción "Waterloo". Incluso la
ceremonia se abrió con un tema escrito por Björn Ulvaeus y Benny
Anderson, los dos integrantes varones de la banda, junto al DJ sueco
Avicii. La mariposa de este festival, que recorrió el año pasado toda
Europa desde Azerbaiyán hasta Suecia, tendrá ahora sólo que cruzar un
puente hasta la nueva sede del famoso certamen. Copenhague 2014 ya nos
espera.