El diario Le Soir señala que, según fuentes
familiares, De Duve eligió la eutanasia para morir, tras ver
deteriorarse de una manera importante su salud en los últimos meses.
De Duve será incinerado "en la más estricta
intimidad" y se organizará un homenaje público en memoria del científico
el próximo 8 de junio.
El primer ministro belga, Elio di Rupo, ha rendido
homenaje a un científico "excepcional, cuyo trabajo ha supuesto grandes
avances para la medicina" y a un hombre "comprometido, que estaba
ansioso por contribuir con el progreso humano", según un comunicado del
Gobierno del país.
El científico comenzó sus estudios en torno a la
insulina, tras lo que se centró en la bioquímica y, en particular, en
desentrañar los secretos de las células, un trabajo que le supuso el
reconocimiento del Nobel.
El Premio Nobel de Medicina que recibió en 1974,
junto al también belga Albert Claude y George Emil Palade
(Rumanía-Estados Unidos), reconoció sus hallazgos sobre la organización
estructural y funcional de la célula.
Este reconocimiento fue "la justa recompensa a una
carrera ejemplar, caracterizada por un deseo implacable de elevar el
nivel de conocimiento", en palabras de Di Rupo.
De Duve nació Thames Ditton (Reino Unido) el 2 de
octubre de 1917 hijo de padres belgas refugiados en el país durante la I
Guerra Mundial, que retornaron a Bélgica en 1920, donde se instalarían
en Amberes, capital económica del país.
Unos años después, el científico comenzaría a
estudiar en la Universidad Católica de Lovaina (localidad situada en el
centro de Bélgica, en la región flamenca) en 1934, donde estudió
Medicina y terminaría por licenciarse en Química.
Bélgica es el país en el que desarrolló la mayor
parte de su carrera profesional como investigador en Lovaina, aunque
también trabajó en Estados Unidos en los laboratorios de la Fundación
Rockefeller en Nueva York. EFE