Una vez introducidos los datos de la receta
médica, la transacción económica se realizará como cualquier otra compra
en la red, con seguimiento del estado de la entrega del producto (que
llegará de 5 a 10 días laborables a no ser que se elija el envío
urgente, con el consiguiente cargo adicional) y seguridad en el pago,
así como con la colaboración de la cadena CVS/Pharmacy, que garantizará
la autenticidad de las recetas.
Esta iniciativa de Pfizer intentará no solo frenar
las pérdidas que produce esa "piratería farmacéutica", sino también los
efectos negativos sobre el consumidor.
"Las muestras de Viagras falsificadas testadas en
nuestros laboratorios contenían pesticidas, pintura comercial y tinta
para impresoras", asegura en el comunicado el vicepresidente del
departamento de seguridad de Pfizer, Matthew Bassiur.
En 2011, una encuesta nacional realizada por la
Asociación de Colegios Farmacéuticos de Estados Unidos (NABP, por su
sigla en inglés) en conjunción con la propia Pfizer, revelaba que un 82 %
de los hombres consultados no sabe discernir entre las farmacias "on
line" que son oficiales de las que no lo son.
"Nos alegra que las empresas estén colaborando
para desarrollar soluciones para que los pacientes puedan obtener
recetas médicas legítimas en la red", expresa la directora ejecutiva de
la NABP, Carmen Catizone, donde aseguran que solo el 3 % de las páginas
que proporcionan medicamentos lo hacen de manera oficial.
EFE