Los científicos creen que las células madre
podrían usarse para sustituir las células dañadas por enfermedades o
lesiones, y para tratar males como el Parkinson, la esclerosis múltiple,
las enfermedades cardiacas y las lesiones de la médula espinal.
El equipo que publicó hoy sus conclusiones en la
revista "Cell" lo integran investigadores de la Universidad de Salud y
Ciencia de Oregón (EE.UU.) y el Centro Nacional de Investigación de
Primates, y lo encabeza Shoukhrat Mitalipov quien ya logró en 2007 la
conversión de células de piel de mono en células madre.
La técnica usada por Mitalipov y sus colaboradores
es una variación de un método de uso común, llamado transferencia
nuclear de célula somática que consiste en el trasplante del núcleo de
una célula, que contiene el ácido desoxirribonucleico de un individuo, a
un óvulo al cual se le ha retirado su material genético.
El óvulo no fertilizado se desarrolla y eventualmente produce células madre.
Pero según David Prentice, del Family Research
Group, "eso ya es un embrión al cual se le deja desarrollar por unos
días y luego se le destruye".
"El problema ético es la creación de vida humana
específicamente para destruirla en estos experimentos", añadió este
experto en declaraciones a Efe.
"Desde el momento en que se 'activa' un óvulo para que se multiplique, es ya una persona humana", defendió.
Prentice comentó que el método es, básicamente, "el mismo empleado en 1996 en el Reino Unido para clonar la oveja 'Dolly"'.
"En realidad, existe una alternativa a la cosecha
de embriones: el uso de células madre de adulto que todos tenemos en el
cuerpo", dijo Prentice.
"Por qué siguen trabajando en ese método es
difícil de entender, es una idea anticuada. Más bien parecen enfocados
en la creación de bebés clonados", advirtió.
Por su lado, el arzobispo de Boston, cardenal Seán
O'Malley, señaló en un comunicado que la clonación humana, con
cualquier propósito, contraviene la responsabilidad moral de "tratar a
cada miembro de la familia humana como un don de Dios, una persona con
su dignidad inherente".
La declaración de O'Malley añade que "ya sea que
se use para uno u otro propósito, la clonación humana trata a los
humanos como productos fabricados a medida de los deseos de otras
personas".
En el artículo de la revista Cell, Mitalipov
señaló que "un examen detallado de las células madre derivadas mediante
esta técnica demostró su capacidad de convertirse, al igual que las
células madre normales de embrión, en varios tipos diferentes de
células, incluidas las células nerviosas, del hígado y del corazón",
indicó Mitalipov en el artículo.
"Además, debido a que estas células reprogramadas
pueden generarse con material genético del mismo paciente no hay
preocupaciones por la posibilidad de rechazo de un trasplante", añadió.
El éxito del equipo de Mitalipov en la
reprogramación de células de piel humana provino de una serie de
estudios de células humanas y de monos.
Otros intentos anteriores fallidos en varios
laboratorios mostraron que el óvulo humano parece más frágil que los
óvulos de otras especies y esto fue un obstáculo en los métodos
conocidos de reprogramación.
La clave del éxito fue hallar una manera de hacer
que los óvulos permanecieran en una etapa conocida como "metafase"
durante la transferencia nuclear.
La metafase ocurre en el proceso natural de
división celular, o meiosis, cuando el material genético se alinea en
medio de la célula antes de que ésta se divida.
El equipo investigador encontró que el
mantenimiento químico de la metafase durante todo el proceso de
transferencia impedía que el proceso se atascara y permitía que las
células se desarrollaran y produjeran células madre