La actriz Angelina Jolie sorprendió al mundo ayer al revelar en una
columna que escribió para el diario The New York Times que se sometió a
una doble mastectomía tras heredar el gen portador BRCA1, el cual
aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer de mama y
cáncer de ovario.
Jolie indicó que heredó de su madre el gen y que
tenía casi el 90% de probabilidades de enfermarse. Para minimizar el
riesgo optó por este procedimiento preventivo.
¿Remediar antes que lamentar?
Con
la esperanza de evitar el cáncer, algunas mujeres que tienen alto
riesgo de contraerlo deciden hacerse una operación quirúrgica para
extirpar ambos senos. Es lo que se conoce mastectomía profiláctica
bilateral.
Esta opción preventiva también se puede considerar si la
mujer ya ha tenido cáncer de mama, ya que tiene mayor riesgo de
desarrollarlo de nuevo.
Se trata de una cirugía que puede
disminuir el riesgo de cáncer y mortalidad hasta en un 95%, resalta la
doctora Laia Allende, cirujana oncóloga especializada en seno.
“Se
disminuye el riesgo pero también hay otras alternativas, como la
observación y seguimiento de cerca al paciente y la quimioprevención (el
uso de ciertas drogas para evitar el desarrollo del cáncer)”, agrega la
especialista.
Pero acepta que ha habido argumentos en contra de
la cirugía preventiva debido a que durante el procedimiento quirúrgico
no se puede extirpar todo el tejido mamario.
“El cáncer puede recurrir en el propio seno que fue operado. Pero
mientras recurra en los senos esa enfermedad es potencialmente curable.
De hecho, la mayoría no muere de una recurrencia local, sino debido a
una metástasis”, explica el doctor Sixto Pérez García, hematólogo
oncólogo, del Centro de Oncología Integral del Hospital Metropolitano.
Pero destaca que hoy día, con la tecnología que hay y dependiendo del
tumor y los ganglios involucrados, se puede determinar si el riesgo de
recurrencia a distancia (metástasis) es alto.
“Puedes remover los
dos senos, pero el tumor puede recurrir en el hígado o en el hueso. Por
eso soy extremadamente cuidadoso antes de recomendarle a una paciente
hacerse una cirugía bilateral preventiva. Para hacerlo hay que tomar en
cuenta el historial familiar, la edad que se diagnostica el cáncer y la
ansiedad que pueda producir en la paciente”, advierte Pérez García.
Sin
embargo, el médico señala que con los medicamentos que se tienen hoy
día, las opciones de tratamientos y el sistema de vigilancia para
observar a la paciente, es posible detectar cualquier problema a
tiempo.
De la misma forma, indica que para las mujeres que optan
por la reconstrucción de seno, no se corre ningún riesgo con el material
del implante. Pero dice que siempre existe el riesgo de recurrencia, no
por el implante sino porque no siempre se puede remover todo el tejido
mamario.
“Todo va a depender del tipo de cirugía que se haga,
porque hay veces que hay que dejar cierta cantidad de tejido. Y aunque
eso no implica que puede haber riesgo, siempre hay tejido residual y
existe la probabilidad de recurrencia local en la piel”, sostiene Pérez
García.
“Hace como 40 o 50 años se pensaba que había que remover
el seno y tejido mamario completo porque se creía que eso aumentaba las
probabilidades de cura. Pero con el tiempo se comprobó que con hacer una
cirugía donde sólo se removía el tumor y un poco del tejido alrededor
sano, el pronóstico era el mismo y se evitaba la mutilación”, explica el
oncólogo.
Pero con el advenimiento de las teorías genéticas y el
avance de la cirugía plástica, la situación ha cambiado. Sobre todo,
desde que la mujer puede hacerse una mastectomía bilateral y salir con
sus dos senos debido a que se le hace una reconstrucción al momento.
Algunas razones
Según Allende, hay varias razones por la que muchas mujeres pueden decidir hacerse una cirugía bilateral profiláctica.
Entre
ellas, menciona el riesgo que tiene una paciente que ya ha sido
diagnosticada con cáncer en un seno y quiere evitarse el angustioso
proceso de que le vuelvan a diagnosticar la enfermedad en el otro seno,
luego de haber terminado el tratamiento del primero.
“A muchas
mujeres eso le da mucha ansiedad y dicen que quieren ‘cortar por lo
sano’ y evitarse otro proceso de tratamiento”, indica la cirujana
oncóloga.
Sin embargo, dice que a quien más se lo recomendaría es a pacientes que están en un riesgo alto de desarrollar la enfermedad.
Por
ejemplo, que tenga un historial familiar de cáncer agresivo de seno o
de ovario o las que son positivas al la mutación genética BRCA1 y BRCA2
porque tienen un alto riesgo de desarrollar la enfermedad en el
transcurso de sus vidas.
“Estas pacientes, que tienen un riesgo
aumentado, podrían considerar la opción de mastectomía bilateral
profiláctica. Pero aún así yo les digo que no tienen que hacerlo y que
hay otras alternativas”, agrega Allende, mientras destaca que ninguna
mastectomía es perfecta.
“Por lo tanto, a la paciente siempre se
le explica que hay una probabilidad de un dos a un tres por ciento de
que el cáncer recurra porque siempre puede quedar un remanente”, señal
la cirujana oncóloga, aunque acepta que el riesgo de recurrencia baja
significativamente después de este tipo de operación.
Allende
también hace la salvedad de que la reconstrucción de seno al momento de
hacer la mastectomía profiláctica solo se hace si no hay lesiones
cancerosas o si no existe la posibilidad de que la paciente necesite
radioterapia.
“La radioterapia puede dañar la reconstrucción”, advierte Allende.
Conoce tus riesgos
El
autoconocimiento de los senos y saber los riesgos que corres son muy
importantes en la lucha de prevención del cáncer de seno. En esa línea,
la organización Susan G. Komen, filial de Puerto Rico, recomienda que:
• Hables con tu familia para conocer los antecedentes familiares de salud.
• Hables con tu doctor sobre tu riesgo personal de desarrollar cáncer de seno.
• Preguntes a tu doctor qué exámenes de detección son los más indicados si corres un riesgo mayor.
• Te hagas una mamografía anual a partir de los 40 años de edad si tienes un riesgo promedio.
• Te hagas el examen clínico de los senos al menos cada tres años a partir de los 20 años y anualmente a partir de los 40.
También es importante que vayas al médico de inmediato si notas:
• Una masa, bolita dura o la piel más gruesa.
• Hinchazón, calor, oscurecimiento o enrojecimiento.
• Cambio en el tamaño o la forma de tu seno
• Hoyuelos o arrugas en la piel.
• Hundimiento del pezón o de otras partes del seno.
• Secreción repentina del pezón.
• Dolor reciente y persistente en alguna parte.
Fuente: Susan G. Komen. Más información en www.komenpr.org o llama al 787-751-9096
Análisis genético
Según
información publicada por el Instituto Nacional del Cáncer (NIH en
inglés), las mujeres que poseen un gen BRCA1 o BRCA2 anómalo tienen
cerca de un 60% de riesgo de que le diagnostiquen cáncer de mama en el
transcurso de su vida (en comparación con el 12 a 13% de las mujeres en
general). También tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de
ovario.
Las pruebas genéticas de BRCA1 y BRCA2 no forman parte
del estudio patológico estándar. Así que para averiguar si tienes una
anomalía genética heredada, es necesario que te realicen una prueba
especial con una muestra de sangre.
Tejido mamario
•
Dos tercios de las mujeres antes de la menopausia y un cuarto de las
mujeres después de la menopausia tienen tejido mamario denso.
•
Las mujeres que tienen tejido mamario extremadamente denso corren un
riesgo de cuatro a seis veces mayor de contraer cáncer de mama
•
En una mastectomía es necesario extirpar el tejido que se encuentra
desde justo debajo de la piel hasta la pared del pecho y alrededor de
los bordes del seno. Sin embargo, aún con las técnicas quirúrgicas tan
minuciosas y delicadas de hoy, es imposible extirpar todos los conductos
y lóbulos debido a la extensión del tejido mamario y la localización de
dichas glándulas justo debajo de la piel.