En 2030 puede haber en América Latina 191 millones de obesos. La cifra que proyecta el informe Food Price Watch que acaba de publicar el Banco Mundial supone un incremento del 300% con respecto a 2005, cuando se registraba un total de 60 millones de enfermos en la región. Según el documento, la
Entre los factores que explican el incremento en América Latina, el experto en agricultura del Banco Mundial Willen Janssen señala el desplazamiento del campo a las ciudades -hoy un 75% de la población vive en territorio urbano-, con trabajos más sedentarios que en el campo, el uso sistemático de los medios de transporte y el consumo de alimentos más baratos pero de menor calidad nutritiva.
El informe, que establece una relación entre los altos precios de los alimentos con la obesidad, también evidencia que pese a que el precio se mantiene cerca de su máximo histórico, ha seguido una tendencia decreciente durante los últimos seis meses. Sin embargo, señala el documento, el sobrepeso y la obesidad son una epidemia global incluso en un mundo donde los precios de los alimentos son caros y volátiles, porque las calorías menos sanas tienden a ser más baratas que las saludables.
“La tendencia está cambiando”, explica Janssen. “Si miramos a Estados Unidos observamos que la gente con ingresos más altos es más consciente de lo que consume y por tanto busca la calidad. Allí la obesidad se concentra en los estratos sociales más bajos. En América Latina hay muchos países en los que empieza a suceder lo mismo, pero tradicionalmente la obesidad se asociaba a los grupos más ricos y no hay datos que nos indiquen en qué punto estamos”
Para el responsable del Banco Mundial el método para revertir los resultados pasa por la difusión de campañas de concienciación de consumo: “Tenemos que asegurarnos de que la gente aprenda qué debe comer”. Para ello, considera necesario que la información entre en los sistemas educativos. “Luego puede venir la regulación, pero más que centrarnos en la prohibición de determinados productos el reto debería ser el poder ofrecer una alternativa de alimentación nutritiva, de calidad y que sepa bien”, indica el funcionario.
El documento del Banco Mundial señala que hasta ahora las políticas públicas solo han abordado parte del problema. “En el caso concreto de América Latina la obesidad es un fenómeno relativamente reciente. Muy a menudo la atención de los políticos se centra en el problema del otro lado, la falta de alimentos. El perfil de la obesidad está cambiando y con ella la conciencia de las clases políticas al respecto. Hasta ahora solo era una preocupación de los nutricionistas y de grupos reducidos dentro de los departamentos de salud del Gobierno. En este sentido, el Banco Mundial debe hacer un esfuerzo por concienciar a los países”, concluye Janssen.
La obesidad no es un problema exclusivo de América Latina. En 2008, la cifra de adultos con sobrepeso en todo el mundo era de 1.460 millones, de los cuales 508 millones eran obesos .El estudio alerta de que de mantenerse las tendencias actuales en 2030 habrá 2.160 millones de adultos con sobrepeso y 1.120 millones de obesos. Ningún país escapa a estos incrementos.