A diferencia de lo que ocurre durante el cónclave, en el que sólo pueden entrar a la Capilla Sixtina a votar al nuevo Pontífice los cardenales menores de 80 años, en las congregaciones generales participan todos los purpurados. Son, de hecho, los miembros más veteranos del Colegio Cardenalicio los que en estos momentos llevan muchas veces la voz cantante. Su experiencia y sus contactos personales resultan muy valiosos para hacer que los príncipes de la Iglesia se vayan conociendo mejor entre ellos y se hagan una idea de quiénes pueden ser los mejores candidatos para sentarse en el solio pontificio.
La labor de los cardenales «líderes de opinión», sean o no «electores», resultará decisiva en este cónclave, en el que a diferencia del anterior, no hay un favorito claro.
Angelo Scola
Italiano de 71 años. El arzobispo de Milán es el líder de los purpurados diocesanos de su país, lo que le convierte en uno de los «papables». Su opinión pesará en un cónclave con sobrerrepresentación italiana.
Angelo Sodano
Italiano de 85 años. Secretario de Estado de Juan Pablo II y de Benedicto XVI el primer año de su pontificado. Es decano del Colegio Cardenalicio, por lo que llevará la voz cantante en las congregaciones.
Giovanni Battista
Italiano de 79 años. Será quien desempeñe el papel del decano del Colegio Cardenalicio durante el cónclave, ya que Sodano ya no es «elector». Prefecto emérito de la Congregación para los Obispos.
Tarcisio Bertone
Italiano de 78 años. Secretario de Estado durante siete de los ocho años de pontificado de Benedicto XVI, es además Camarlengo, lo que le convierte en el hombre clave del periodo de sede vacante.
Walter Kasper
Alemán de 79 años. Presidente emérito del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, es además miembro de un buen número de dicasterios vaticanos. Influyente en la Curia y Alemania.
Cláudio Hummes
Brasileño de 78 años. Prefecto de la Congregación para el Clero de 2006 a 2010 y antes arzobispo de Sâo Paulo. Hombre de ideas avanzadas, este franciscano cuenta con influencia entre los menos conservadores.
Óscar A. R. Madariaga
Hondureño de 72 años. Arzobispo de Tegucigalpa y presidente de Caritas Internationalis. Fue presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y «papable» en el cónclave anterior.
Donald Wuerl
Estadounidense de 72 años. Arzobispo de Washington y de posturas moderadas, cuenta con influencia entre los purpurados de su país y de Europa. Estudió en Roma y antes fue obispo de Pittsburgh.
Jorge Mario Bergoglio
Argentino de 76 años. Arzobispo de Buenos Aires y uno de los miembros más respetados del episcopado hispanoamericano, lo que le llevó a ser contendiente de Ratzinger en el cónclave de 2005. Tiene buena relación con los italianos por tener raíces en este país.
Christoph Schönborn
Austriaco de 68 años. El arzobispo de Viena es amigo personal de Benedicto XVI y discípulo teológico. Firme en sus posturas, es admirado por la creatividad con la que afronta su labor pastoral.