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jueves, 7 de marzo de 2013

El mal aliento no es causado sólo por una mala higiene bucal, sino también por algunas otras complicaciones


Mascar chicle o cepillarse continuamente los dientes a veces no es efectivo para las personas que padecen mal aliento de manera persistente, porque el olor que espiran no tiene que ver con algo superficial, sino con un problema de salud mayor.
"En definitiva la placa dentobacteriana provoca mal aliento, pero lo primero que debe descartar un dentista es que el mal olor sea porque la persona tiene gingivitis, es decir, inflamación de las encías, o por periodontitis, que se refiere a inflamación del tejido que sostiene el diente", explica la periodoncista Marcela Barragán Gutiérrez.
Si bien la gingivitis y la periodontitis son las causas más comunes de mal aliento, las caries, la ingesta de algunos medicamentos, el uso de prótesis desajustadas o restauraciones dentales con acumulación de placa dentobacteriana (masa orgánica en la superficie dental) también podrían provocarlo.
De hecho, 87 por ciento de las halitosis son de origen bucal, 8 por ciento de origen otorrinolaringológico y 5 por ciento de otras patologías o enfermedades sistémicas. Incluso la lengua en sus zonas laterales puede ser un lugar ideal para alojar productos que causan mal olor, agrega la también especialista de Crest Oral B Prosalud.
"Algunos pacientes creen que es normal encontrar sangrado en su cepillo dental en el momento de realizar su higiene bucal cotidiana, también despertar con sangrado bucal o encontrar sangrado bucal en el transcurso del día, esto no es normal, es un signo importante para que el paciente acuda atenderse con el especialista", advierte Barragán Gutiérrez.
La gingivitis y la enfermedad periodontal no tratadas representan un riesgo de complicación de otras enfermedades que pudiera padecer la misma persona.
Se sabe, desde hace varios años, que las bacterias de la placa dentobacteriana pueden pasar a la circulación sanguínea afectando otros órganos y sistemas, asegura José Alberto Rojas Jiménez, médico internista.
"Para defenderse de las bacterias en encías y alrededor del diente, el cuerpo genera una sustancia que depende del sistema inmune (interleucinas), si ésta también pasa a la circulación, puede dar problemas", señala.
Personas con problemas cardiovasculares se vuelven más propensas a infartos agudos al miocardio si tienen bacterias e interleucinas en la boca.
Las bacterias en la circulación sanguínea pueden generar los llamados soplos en el corazón; o permanecer en las válvulas y empezar a destruirlas. "Si esto no se identifica con oportunidad, puede ser mortal", dice.
También se ha relacionado la enfermedad periodontal moderada y severa con elevación de la tensión arterial. La presencia de bacterias en las encías puede ser la razón por la que algunos tratamientos para estabilizar la tensión arterial no benefician a algunas personas.