Importantes ciudades a lo largo y ancho de la Península Ibérica vivieron durante ayer domingo fuertes protestas contra las recortes promovidos por los gobiernos de Portugal y España, así como en rechazo a la destrucción de los servicios públicos.
Las pancartas contra los de-sahucios que desfilaron el sábado en las protestas para pedir la reforma de la ley hipotecaria en España, dejaron paso el domingo a batas blancas y lemas contra los recortes en esta área y los planes de traspasar parte de los servicios y gestión sanitaria a empresas privadas emprendidos por el gobierno de Mariano Rajoy, informó Reuters.
Si las organizaciones de afectados por las hipotecas lograron su mayor marcha el sábado en Barcelona, el domingo la "marea blanca" más destacada se produjo en Madrid, donde los planes del Gobierno regional de privatizar la gestión de varios hospitales y centros de salud despertaron una fuerte oposición entre la comunidad sanitaria.
Por su parte, en Portugal decenas de miles de personas se manifestaron este sábado en varias ciudades contra el gobierno conservador liderado por el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, a quien acusan de "arrodillarse ante la troika" —Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo— y "atormentar la vida de los portugueses".
El principal sindicato luso, la Confederación General de los Trabajadores Portugueses, exigió al ejecutivo de Coelho que revoque de forma inmediata la política "parasitaria" de recortes en el gasto público, refiere Europa Press.