Sin importar las letras sexualmente explícitas, el ritmo del reguetón ha cautivado a grandes y chicos en Cuba.
Eso no le ha gustado a las autoridades de la isla caribeña, por lo que en diciembre crearon una norma con la que censurarán el género, según dijo a EFE, el director del Instituto Cubano de Radio y Televisión, Danilo Sirio López.
“Ya se decidió. No se pone un número más grosero, no se pone un número más banal, no se pone un número de letra ofensiva y tampoco videoclips que atenten o denigren la imagen de la mujer”, afirmó.
La intención de las autoridades es que no se escuche públicamente el género, pues a su entender está llenó de “vulgaridad” y “mediocridad”, según destacó el presidente del Instituto Cubano de la Música, Orlando Vistel.
Sin embargo, según el sociólogo y publicista, Andrés Claudio, no está en manos del gobierno, pero sí del pueblo establecer lo que se convierte en parte de la cultura de un país.
“En ninguna sociedad el gobierno decide lo que es cultura. La cultura es la evolución de un pueblo y evoluciona alrededor del mismo pueblo. Uno puede ir a ver obras al Museo de Arte de Ponce y hay gente que no reconoce una Flaming June y no sabe el valor que tiene y ve una artesanía y le encanta. No se puede decir que eso es menos cultura. Es un tema bien complejo”, aseguró Claudio, quien es presidente de la agencia de publicidad Grey Puerto Rico.
Tomando en cuenta que Cuba, está bajo la dictadura, Claudio considera la censura como otro atentado contra la democracia.
“Es un atentado contra la democracia y con que el público escoja lo que quiera escuchar. Pero ciertamente en un país como ese, donde hay tantas restricciones, se puede esperar. También se puede esperar que otros países adopten ese tipo de posturas una vez decidan si lo van a hacer o no”, sostuvo.
El Coyote, locutor de la emisora de género urbano La 94, considera que esta medida no afectará a los exponentes puertorriqueños.
“Aunque a muchos les gustaría visitar ese país con frecuencia, como lo hacen con otros como Colombia, Ecuador, Argentina, Cuba, no lo visitan mucho. Quienes se van a ver más afectados con la censura son los jóvenes a quienes les gusta el género”, destacó.
De hecho, el promotor cultural cubano Roberto Zurbano, de la Casa de las Américas, planteó a EFE:
“¿Por qué a la gente no le molestan las malas palabras que dice Calle 13 y sí las de los reggaetoneros cubanos. Es un gesto moralista y excluyente”, dijo sobre el dúo puertorriqueño, que ofreció un concierto masivo en Cuba, hace dos años.
“Si es un movimiento para expresar la marginalidad y la opresión, puede ser que las connotaciones de esas letras expresen unas realidades que no se quieren dar a conocer con tanta crudeza. Es mejor traer a un extranjero que lo diga. Aún así Calle 13 presenta unas realidades sociales, una letra más profunda e integra ese vocabulario como su modo de protesta. A diferencia de otros reguetoneros que son más sexuales y más violentos”, sostuvo Claudio.
Tanto el reguetonero cubano, Carlitos “Papi” Chacón, como Claudio, anticipan que la censura hará que el público busque más al género.
“Cuando hubo resistencia con la música underground, la gente se la pasaba y la vendían en la calle. Así comenzó a adquirir popularidad, porque no estaba en la radio. Llegó a la radio porque la gente la pidió”, recordó Claudio, quien realizó el primer estudio sobre el reguetón, en el 2000.
Por su parte, el productor Raphy Pina también coincide en que el reguetón seguirá teniendo apoyo.
“Con censura y sin censura la música llega al oído de quien la quiera escuchar. Yo lamento que cualquier país limite la difusión de nuestra música, pero en este caso no me preocupa, al final las censuras provocan más éxito y reconocimiento. El género urbano cada día alcanza más éxitos y es escuchado por millones de personas a nivel mundial. De igual forma respeto cual sea la decisión, pues no me corresponde, ni mi opinión al respecto hará efecto en la decisión que se tome en el país. Nosotros seguimos trabajando con más fuerza y enfocados en hacer buena música.”, afirmó.
Esta es la nueva censura de Cuba a un tipo de música, pues en los años 60 censuró la de los Beatles, ya que entonces acusaron a sus seguidores de ser débiles ante el enemigo, refiriéndose a Estados Unidos.
Años después de esa censura se enmendó con una estatua de John Lennon en una plaza de La Habana.