Ryan Kraft, que ahora vive en California, explicó a la cadena de televisión CBS que Nancy le advirtió que "siempre le tuviera puesta la vista encima,... que nunca le diera la espalda, incluso para ir al baño o algo así".
Kraft explicó que tenía entonces 14 o 15 años, y que Adam tendría 9 o 10 años.
Recordó a Adam como alguien muy inteligente, pero callado e introvertido. "Cuando hacía algo, fuera construir con Lego o jugando con videojuegos, estaba realmente concentrado. Era como si estuviera en su propio mundo".
Ryan Kraft, quien tras estudiar en Newtown (Connecticut) pasó a la universidad y luego se asentó en Hermosa Beach, en el sur de California, aseguró que Nancy Lanza quería mucho a sus hijos y estaba muy implicada en sus vidas.
Sin embargo, no explicó por qué una madre que pide que no se le dé la espalda a su hijo pequeño mantenía un pequeño arsenal en casa e incluso lo llevaba a prácticas de tiro.
Kraft indicó que tras conocer las noticias del tiroteo comenzó a temblar sin poder pensar en nada, pero que después decidió hacer algo y recaudar fondos para ayudar a los niños de Newtown a recuperarse del trauma.