Cristina Fernández excusa ir a Cádiz por la duración del vuelo
La presidenta argentina sufrió una bajada de tensión arterial hace una semana que le llevó a cancelar su agenda 24 horas
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, sufrió el pasado 30 de octubre una bajada de tensión que le obligó a cancelar su agenda durante 24 horas. A consecuencia de aquella situación, su equipo médico habitual adquirió una relevancia diplomática fuera de lo común cuando difundió un comunicado en el que desvelaba una de las grandes incógnitas de la agenda internacional inmediata de Argentina. ¿Asistiría la presidenta a la cumbre de Cádiz de los próximos días 16 y 17? ¿Habría foto de ella junto al rey Juan Carlos? Durante esos dos días, en que se festejará el 200 aniversario de la Constitución liberal de 1812, podría quedar reflejada la ascendencia de España en Iberoamérica. Consciente de la importancia de la cita y también de los intereses económicos que unen a España y Argentina, el Gobierno de Mariano Rajoy se había esforzado en iniciar una nueva etapa de diálogo tras los desencuentros por la expropiación de Repsol el pasado 16 de abril. Varios secretarios de Estado argentinos participaron en algunas reuniones preparatorias de la cumbre. Parecía una buena señal, pero Fernández seguía sin pronunciarse. Hasta que el pasado jueves sus médicos dijeron no. La causa oficial es que para “evitar un esfuerzo adicional en la agenda de actividades de la señora presidenta” se ha “desaconsejado su concurrencia”. En su lugar podría acudir el vicepresidente, Amado Boudou, quien se encuentra sometido a una investigación judicial por supuesto tráfico de influencias.