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viernes, 28 de septiembre de 2012

ESTA DE MODA EL 666 RELACIONADO CON SATANAS "EL DIABLO" Y CON EL ANTICRISTO


La Marca de la Bestia es el nombre con el que se llama al número 666, que habitualmente es relacionado con Satanás y con el Anticristo. El origen de esta asociación está en el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento. Aunque las investigaciones más recientes parecen indicar que debería ser el número 616, tal y como lo dice un fragmento del Nuevo Testamento encontrado hace varios años.
"Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis" (Ap 13:18).
En Ap 13:17 y Ap 15:2 se dice que el número 666 no es la marca de la bestia, sino el número del nombre de la bestia. Para calcular el número es necesario conocer el nombre, y conociendo éste debería ser sencillo averiguar qué es la marca.

Visión cristiana
Esta visión diferente suele variar de una Iglesia a otra, ya que existen varias derivadas del cristianismo.
La versión cristiana Católica sugiere que este número representa a un emperador del imperio Romano que fue el mayor opositor a la expansión del Cristianismo, dado que en la biblia se habla de que el anticristo ya estaba en la época de los Apóstoles:
"1 Juan 4:3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo."
Según algunas doctrinas religiosas cristianas, este número sería la marca que impondría el dictador mundial (el Anticristo), en la mano derecha o la frente de cada ser humano, al final de los tiempos de la Tierra. Se cree que la denominación 666 (Seiscientos sesenta y seis) es una base numérica para denotar al anticristo.
Ante todos las interpretaciones que se hacen por mucha gente con diferente significado cada una, el apóstol Pedro dijo claramente:
2 Pedro 1, 20: "Sépanlo bien: ninguna profecía de la Escritura puede ser interpretada por cuenta propia, 21 pues ninguna profecía ha venido por iniciativa humana, sino que los hombres de Dios han hablado, movidos por el Espíritu Santo.