El presidente Ecuatoriano, Rafael Correa, cuestionó el pasado martes que la sede principal de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se encuente en Estados Unidos (EE.UU.), luego que este país norteamericano le negará la visa a una ministra de su Gobierno que había sido invitada a participar en un foro sobre asuntos indígenas de la ONU.
El jefe de Estado considera un abuso por parte de EE.UU. que la Secretaria de Pueblos, Movimientos Sociales y Participación Ciudadana, Mireya Cárdenas, no haya podido acudir al foro de la ONU, por no tener la visa.
Durante un encuentro que sostuvo con periodistas en la ciudad de Guayaquil (centro), Correa insistió que lo sucedido debe ser objeto de reflexión, y quizas resulte necesario unir esfuerzos para lograr un cambio en la sede del organismo, si la situación se presenta nuevamente.
“Si siguen estas posiciones imperiales, soberbias, prepotentes (de Estados Unidos), habrá que plantearse el cambio de la sede de las Naciones Unidas. Pero esto es inadmisible, intolerable, que a una ministra de un Estado soberano, invitada por la ONU a un foro, le nieguen la visa”, enfatizó.
El foro en el que debía participar Cárdenas se desarrolló del 7 al 19 de mayo en Nueva York, donse está ubicada la sede principal de la ONU.
La Cancillería ecuatoriana envió, días atrás, una nota de protesta a la Embajada estadounidense en Quito, que expresaba lo siguiente: “Ecuador considera que la actitud de los Estados Unidos contradice el Acuerdo Relativo a la sede de las Naciones Unidas, del 31 de octubre de 1947”.
La nota reseña que el artículo IV de ese acuerdo dispone que “las autoridades federales, estatales o locales de los EE.UU. no pondrán obstáculo alguno al tránsito de entrada o salida del distrito de la sede de la ONU”.
La respuesta de la Embajada fue que su Consulado “no suele explicar los motivos para rechazar un pedido de visa, ya sea de una persona común o una autoridad”. Según la sede diplomática, se trata de un proceso administrativo interno que responde a las políticas de Washington.