La muerte del presidente de Malaui, Bingu wa Mutharika, fallecido hoy a los 78 años tras sufrir un ataque cardíaco, deja en suspenso el futuro político de uno de los países más pobres de África, cuyo Gobierno aún no confirmó la defunción del mandatario. Pese a que fuentes médicas y del Ejecutivo confirmaron a los diarios malauíes "Nyasa Times" y "Malawi Voice" la muerte del presidente, el Gobierno de Malauí permanecía hasta entrada la tarde de hoy sin confirmar oficialmente su defunción. El jefe de Estado fue admitido este jueves en el Hospital Central de Kamuzu en Lilongwe, capital del país, tras desmayarse durante una audiencia en su residencia oficial.
EFE
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