Al poco de conocerse los resultados de la derrota, Sócrates ha anunciado que dimite como líder de los socialistas lusos. Poco antes, el portavoz del Gobierno, José Viera da Silva, reconocía la amplitud de la derrota. "Son resultados claros que todo el mundo tiene que reconocer", ha declarado ante los decepcionados militantes socialistas congregados en un céntrico hotel lisboeta. Todo lo contrario de la euforia que se vive en la sede del PSD, cuyo secretario general, Manuel Relvas, ha subrayado que el resultado de las elecciones "es el reconocimiento de un proyecto de cambio y de esperanza para Portugal".
La amplia victoria de Passos Coelho supone un vuelco en el escenario político portugués, dominado por el PS desde febrero de 2005. El ganador acaricia la mayoría absoluta: los primeros resultados le atribuyen entre 107 y 121 diputados, que es la mitad más uno de los 230 diputados del Parlamento unicameral portugués, llamado Asamblea de la República. Si no gobierna en solitario, el PSD buscará una alianza con el CDS, en una reedición de la coalición que gobernó entre marzo de 2002 y febrero de 2005.
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