Las elecciones generales del 2 de mayo son las cuartas que se celebran en el país desde el 28 de junio de 2004 y se producen después de una histórica moción de censura el 25 de marzo que declaró al Gobierno del primer ministro conservador, Stephen Harper, en desacato al Parlamento.
A pesar del interés que esta elección ha despertado en Canadá y el gran número de sondeos realizados en las últimas semanas, ha sido imposible pronosticar la distribución de escaños que saldrá de las urnas por la volatilidad del electorado y, fundamentalmente, las particularidades del sistema electoral canadiense.
La mayoría de las encuestas señalan que el Partido Conservador (PC) de Harper volverá a ganar las elecciones con alrededor de un 37 % de los votos. Por detrás se situarán el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), con un 30 %, y el Partido Liberal (PL), con un 22 %.
Pero las previsiones de escaños van desde una amplia mayoría absoluta para el PC, de hasta 200 diputados, hasta una victoria mínima de los conservadores de 130 diputados y unos 100 escaños para el NPD.
La razón de estas variaciones es el sistema electoral canadiense, que está basado en la tradición británica y no es proporcional.
El país está dividido en 308 circunscripciones y cada una elige un diputado que se otorga al partido que más votos obtiene en la circunscripción.
Es el sistema conocido popularmente como "el primero se hace con el puesto", que funciona en el país desde 1867 y sólo opera en otros dos países industrializados: el Reino Unido y Estados Unidos.
El resto de países con un sistema en el que el ganador se lleva todo tienen una tradición democrática más dudosa. Desde Bután hasta Marruecos, pasando por Zambia y Zimbawe.
En los últimos años cada vez más voces han solicitado la reforma del sistema electoral y la adopción de un modelo más proporcional y representativo de la voluntad del electorado.
La ventaja de este sistema es que proporciona estabilidad al beneficiar a los dos principales partidos, que tradicionalmente han sido el liberal y el conservador.
El problema es que los votos que han ido a parar a los candidatos que no ganan en la circunscripción son desechados.
El sistema imposibilitó que en 2008 el Partido Verde se hiciese con escaños a pesar de recibir casi 937.000 votos, un 6,78 % de los votos emitidos.
Mientras, el Bloque Quebequés (BQ), que sólo presenta candidatos en la provincia de Québec y obtuvo 1,3 millones de votos (9,98%), consiguió 49 diputados. El NPD, que se hizo con el 18,1 % de los votos (2,5 millones), se tuvo que contentar con sólo 37 diputados.
Otra característica del sistema electoral canadiense viene determinada por la enorme extensión de su territorio. Canadá es el segundo país más grande del mundo, sólo superado por Rusia, con casi diez millones de kilómetros cuadrados y sólo 34,4 millones de habitantes.
Para los comicios, Elecciones Canadá, la institución pública encargada de su organización, ha habilitado más de 18.000 colegios electorales por todo el territorio nacional.
El país comprende seis husos horarios, lo que supone distintas horas de apertura y cierre de los centros de votación.
Los primeros abrirán en la provincia de Terranova y Labrador, en la costa del Atlántico, a las 08.30 hora local (06.00 GMT) del lunes 2 de mayo. Los últimos serán los de la provincia de Columbia Británica, en el Pacífico, a las 07.00 hora local (00.00 GMT).
En Terranova y Labrador los colegios cerrarán a las 20.30 (18.00 GMT) y en Columbia Británica a las 19.00 (12.00 GMT).
Elecciones Canadá también tiene estrictas normas en contra de la diseminación de resultados antes del cierre de todos los colegios electorales del país y ya ha advertido que tomará medidas contra quienes utilicen Internet, Twitter o Facebook para evitar las reglas. EFE
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