El Salvador ha sido mucho tiempo uno de los países más violentos del mundo. Durante años, su tasa de homicidios ha permanecido como la más alta de Centroamérica, pero esas cifras han disminuido considerablemente desde la llegada de Nayib Bukele a la presidencia en 2019. Fue tres años más tarde, en 2022, cuando lanzó una medida política que se ha convertido en su sello gubernamental y que tiene como objetivo erradicar por completo la actividad delictiva.
Bukele anunció un régimen de excepción en todo el país para empezar la guerra contra los pandilleros. El Salvador cuenta con una población de aproximadamente 6,4 millones de personas, y según un informe de InSight Crime, unas 120.000 forman parte de una de las dos principales bandas, la Mara Salvatrucha o el Barrio 18. Pero este martes, durante una visita a una prisión en Costa Rica, el presidente admitió que ha liberado a 8.000 inocentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario