La ceremonia fúnebre comenzó con la lectura de los
nombres de las 38 víctimas, la más joven una chica de 16 años, todos
ellos familiares y amigos de localidades de la zona y que solían
organizar excursiones.
Cientos de personas llenaron el palacio de los
deportes de Pozzuoli, localidad de la provincia de Nápoles, para dar el
adiós a sus vecinos, mientras que los familiares se encontraban sentados
rodeando los 38 ataúdes.