Si quieres pasar un ratico chupando, Nada más relajante y entretenido que sentarse a degustar un ramillete de limoncillos a la sombra de un árbol; y ahora, que estamos en su temporada, es posible tomarse la libertad de decidirse por los grandes o pequeños. Hay quienes los prefieren agrios y otros los dulces; pero, lo cierto es que la magia de consumirlos empieza desde el mismo momento en que se muerde su cáscara.
El limoncillo es rico en vitaminas, algunas de estas funcionan como un potente antioxidante, actuando para disminuir el estrés, además de ser un agente donador de electrones para ocho diferentes enzimas. A esta fruta, se le atribuye, además, propiedades medicinales, como el de favorecer el control de los niveles de colesterol, por su rico contenido en fibras; además de contener vitaminas A, B y C. Otras de las formas de consumo más habitual del limoncillo es a través de infusiones, siendo el té ideal para aquellas personas que sufren de problemas gastrointestinales, como diarrea, reflujo o vómito. También, se utiliza con frecuencia para tratar problemas de colesterol alto, gastritis y el estrés relacionado a tensión nerviosa. Ahora que ya estás al tanto de todos los beneficios del consumo del limoncillo, seguramente incluirás esta deliciosa fruta en tu dieta, ya sea consumiéndola directamente, o en ricos infusiones y jugos. Por su fuerte sabor cítrico, se utiliza en la elaboración de aderezos para ensaladas; pero, también, es usado en néctares para bebidas, bizcochos y flanes.
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