la mujer se plantó frente a la tanqueta o “rinoceronte”, como llaman a ese vehículo antidisturbios en Venezuela, y no se movió a pesar de que le lanzaban gas lacrimógeno.
Llevaba una bandera venezolana atada al cuello, una gorra con los mismos colores y una mochila.
Nada más. Ni un casco, ni una máscara. Mucho menos una bomba molotov.
Y no tenía más que una toalla para cubrirse la nariz de rato en rato y así aguantar los efectos del gas lacrimógeno un poco más.
“Valiente”, “heroica”, “una esperanza”.
Así calificaron miles de usuarios de redes sociales a la señora de edad avanzada que impidió el paso del “rinoceronte” e incluso lo obligó a retroceder unos metros, dejando atónitos por un momento tanto a manifestantes como a policías.
Todavía no se sabe quién es la mujer cuyas fotos y videos frente a una tanqueta recuerdan inevitablemente a la imagen del hombre frente a una columna de tanques el 5 de junio de 1989, durante las protestas de la Plaza de Tiananmén, en Pekín, la capital de la República Popular China.
No hay comentarios:
Publicar un comentario